TW
136

Comer langosta en un restaurante de Menorca no es barato. De hecho suele ser bastante caro. Y más si es en plena temporada turística. Ahora bien, ya que uno se gasta un dineral en probar uno de los productos estrella de la gastronomía menorquina espera algún detalle por parte del restaurante, como no cobrar algunos complementos.

Es lo que debió pensar un turista, que se queja en la red social X, que tras abonar más de 250 euros por la comida, le hayan cobrado tres euros por servirle una cubitera extra de hielo.

El cliente considera que este cobro está «extremadamente fuera de lugar», y la verdad es que sorprende un complemento de este tipo en una cuenta tan abultada. Aunque también hay que decir, debe pensar el restaurador, que se trata de un servicio y un producto extra que ha solicitado el comensal, y que si uno está dispuesto a pagar 250 euros por una comida, ya no le viene de tres euros.