Los sectores del alojamiento y la restauración son los que más afiliados tienen durante la temporada. | ARCHIVO

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Las cifras del paro han dejado de ser un indicador fiable para tomarle la temperatura a la actividad económica y el dinamismo del mercado laboral. Es uno de los efectos que ha tenido la Reforma Laboral que entró en vigor en abril de 2022. La eliminación –salvo contadísimas excepciones– del modelo de contrato de obra y servicio ha disparado, sobre todo en el sector turístico, el número de trabajadores fijos-discontinuos, que no se consideran parados a pesar de que tienen derecho a cobrar las distintas prestaciones por desempleo en el periodo de inactividad. Alrededor de 6.000 personas que antes figuraban como desempleados en invierno han salido mágicamente de la lista del paro.

La llegada del verano, el momento de mayor actividad económica, permite observar con claridad la anomalía estadística que se ha generado en la comparación con los meses de invierno. Atendiendo a los datos publicados por el Observatori del Treball del Govern, el mes de junio se cerró con un total de 1.736 personas beneficiarias de las prestaciones por desempleo, ya sea la contributiva (el paro), el subsidio o la renta activa de inserción. En el mes de enero, el número de beneficiarios era de 7.843, algo históricamente normal atendiendo a la estacionalidad de la actividad turística de la Isla.

La anomalía está en las cifras de desempleo. La lista del paro marcaba nuevamente mínimos históricos el pasado mes de junio, con 1.554 desempleados. Sin embargo, las diferencias en el nivel de parados de invierno y verano no reflejan ni de lejos el desplome da de la actividad económica que sufre la Isla en los meses de invierno. En el momento más bajo del año en términos laborales, en enero, el recuento fue de 2.020 parados, solo un 23 por ciento más que en verano. Dicho de otra forma, en invierno hay más de 6.000 personas que cobran prestaciones por desempleo sin figurar como parados.

Hay otros indicadores que permiten seguir observando la marcada estacionalidad de la actividad económica en la Isla, como los datos de afiliación a la Seguridad Social. Las diferencias entre los meses de enero y junio son muy considerables. El pasado mes de enero se cerró con un balance de 28.316 menorquines inscritos en cualquiera de los regímenes de afiliación a la Seguridad Social. El pasado mes de junio el número de trabajadores de alta se elevó hasta 42.542, una cifra récord en un mes de junio que representan un crecimiento del 50,2 por ciento entre el punto de menos movimiento económico del invierno y el arranque de la temporada alta.

Otra estadística que evidencia la anómala cifra de parados en invierno es el listado de demandantes de empleo, al que deben estar apuntados los trabajadores fijos discontinuos para poder tener acceso a las prestaciones por desempleo cuando están en periodo de inactividad. En pleno verano el número demandantes es de 3.791 personas, en enero ese número se triplica hasta situarse en 11.356 personas

Estabilidad

Si bien la Reforma Laboral ha hecho saltar por los aires las series históricas del paro, sobre todo fuera de la temporada turística, y hace que se preste a interpretaciones triunfalistas alejadas de la realidad, también es cierto que ha aportado estabilidad a los empleados de sectores como el turístico, que ahora tienen la garantía de que mantendrán su empleo al final de la temporada. Esa estabilidad les permite, por ejemplo, acceder con mayor facilidad a financiación bancaria para comprar una vivienda.

El apunte

El empleo en verano no toca techo: nuevo récord de afiliados

Las cifras de afiliación a la Seguridad Social continúan escalando sin que, por el momento, den señales de haber tocado techo. En junio el número de trabajadores dados de alta se elevó hasta los 42.542, una cifra nunca antes vista en el mes que abre la puerta a la temporada alta y solo superada en la serie histórica por el mes de julio del año pasado, cuando se rebasaron por primera las 43.000 personas trabajando. Previsiblemente, atendiendo al comportamiento histórico del mercado laboral, al cierre de este mes se volverá a marcar una cifra histórica. El sector que más ha contribuido en términos absolutos al aumento de la afiliación, de 1.115 personas más respecto a 2023, es el de la hostelería, aunque también lo hacen la construcción y el comercio. En cambio, la industria, y en especial la del cuero y el calzado, vuelve a dar la cruz, con un descenso interanual de afiliados del 15,6 por ciento.