Llorenç Ferrer ofreció este sábado a este diario su primera entrevista. | Josep Bagur Gomila

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Llorenç Ferrer Monjo (Ciutadella, 1966) ya ejerce como alcalde. Apenas siete horas después de haber sido investido, el mismo viernes estrenó el cargo inaugurando la exposición de Matías Quetglas. Anoche asistió como invitado a las fiestas de Es Mercadal y este domingo le aguarda la fiesta marinera del Carme.

—Ha sido todo muy rápido e intenso. Como el pleno, que discurrió dentro de lo previsible. Acceder al cargo a través de una moción de censura no es agradable, pero así es la democracia. Se trata de respetar las voluntades y, así, hemos vuelto al resultado de las elecciones.

¿Ya le ha felicitado la alcaldesa saliente? ¿Le supo mal que no lo hiciera tras la investidura y que ni siquiera le entregara la vara de mando?

—Me causa cierta tristeza, porque esperaba al menos una felicitación por su parte, aunque fuera más correcta que sincera.Pero no le doy mayor importancia. Cada cual es responsable de sus actos.

¿Se sobreactuó en exceso el enfrentamiento entre las partes?

—Es que los dos bandos han existido siempre en Ciutadella. La situación está muy polarizada.

En su intervención hizo un ruego público para que haya una nueva manera de hacer política. ¿La respuesta del PP supone un mal augurio, o espera que la cosa se enfríe y reconduzca con el tiempo?

—Soy nuevo, llevo apenas un año en la política activa y pedí nuevas formas porque creo que esta crispación no ayuda a avanzar.

¿Qué les puede decir a quienes todavía ven la moción de censura y al nuevo alcalde con ciertas reticencias?

—Que, una vez superadas las circunstancias de junio del año pasado y recuperado el gobierno, tenemos por delante tres años para dedicarnos a atender al ciudadano y trabajar por Ciutadella, para dejarla mejor de como está.

Mañana empieza la gestión real. ¿Cómo organizará su primer día?

—Lo primero será hablar con la secretaria, una persona vital, como lo son los 285 trabajadores, el verdadero motor del Ayuntamiento. Uno de ellos me dijo ‘nosotros estamos aquí para atender al ciudadano y resolver sus problemas’ y me parece una máxima tan clara que deberíamos hasta hacer un punto de libro con ella. Atender al ciudadano.Es lo que yo también intentaré hacer.

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Ferrer, junto a su teniente de alcalde, Esther Mascaró, durante la entrevista | Josep Bagur

La secretaria general del PSOE, Sandra Moll, gestionará Urbanismo, el área que motivó precisamente las discrepancias que frustraron hace un año el acuerdo de gobierno. Para salvar aquel desacuerdo, ahora han decidido no contratar ningún cargo de confianza externo. ¿Cómo lograrán así desbloquear el Plan General o las licencias de obra?

—Urbanismo es una área conflictiva, en la que siempre los concejales (y también el último, Joan Benejam) se han implicado al máximo. Pero ahora necesitamos reforzarla aún más, no solo por el Plan General, sino por el proceso de legalización de hortals que se nos avecina. Para que no nos colapse, necesitaremos contratar refuerzos o pedir ayuda al Consell. Desde que estoy en el Ayuntamiento, me he implicado con el PSM en la Relación de Puestos de Trabajo (RLT), y veo que cabe seguir adelante con el buen trabajo que se lleva a cabo en Recursos Humanos. Tenemos clarísimo que contar con un director de Urbanismo resulta fundamental. Sandra Moll liderará el departamento, pero necesitará a su lado un técnico que coordine a todo el equipo. Lo ideal sería que se pudiera agilizar la concesión de licencias de obra, que me consta que sigue sufriendo demoras.

El Consell ha aprobado una amnistía urbanística que permitirá legalizar las casas construidas sin permiso en el campo, pese a que su partido se opone a la medida.    ¿Tendrán medios tramitar el alud de peticiones que se espera?

—Las leyes están para cumplirse. Nos ha venido así y tendremos que adaptarnos. Y este es otro motvo más para evidenciar la necesidad de un director de Urbanismo que nos ayude también a desbloquear el Plan General. Es una asignatura pendiente de muchos gobiernos, de todos los colores políticos, y trabajaremos por desencallarlo. No puedo prometer que lo consigamos, pero daremos todos los pasos necesarios.

¿Cómo se notará el cambio?

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—La dedicación será máxima. Si el anterior gobierno decía que se dedicaba por entero al cargo, nosotros no seremos menos. Atenderemos a todo el mundo y no dejaremos a nadie a un lado. Repito, tenemos tres años, y se demostrará día a día. Con una política comunicativa, transparente y que informe al ciudadano.

¿Teme que haber asumido ahora el gobierno, con la victimización del PP, les juegue en contra en las próximas elecciones?

—Es una cuestión que, evidentemente, hemos debatido a nivel interno, pero también hemos compartido la reflexión de que las elecciones de 2027 aún quedan lejos, tenemos tiempo para desarrollar nuestros proyectos e impulsar una nueva política. Hemos dado el paso cuando lo hemos creído conveniente, sin miedo a que nos silben ni a los reproches. Ya veremos entonces cómo y quién está al frente. Si no sentamos bien las bases en el presente, no habrá futuro.

El PP anuncia una oposición dura. ¿No le darán ni los 100 días?

—Visto lo visto, no me extrañaría. Ya verán ellos qué talante deben tener. Nosotros hemos hecho una oposición correcta, sin desprestigiarles en ningún momento, y vería feo que hagan una oposición despiadadamente dura e inhumana. No es lo que corresponde.

¿Que sea prioritario peatonalizar la Plaça des Born implica dejar ya la plaza vacía de coches en agosto o septiembre?

—No es una prioridad del próximo mes y medio, porque plantearlo en plena temporada turística sería un error, pero sí que es una de las cuestiones preferentes. Ya tenemos algunas propuestas para crear nuevos aparcamientos, vamos a aprobar el Plan de Movilidad y a hacer posible un Born peatonal, que estoy seguro que es lo que quieren la mayoría de vecinos. Pero es una plaza tan emblemática, de las mejores de Balears, que deberemos poner en marcha un concurso de ideas para definir cómo debe quedar.

La exalcaldesa dice que sería irresponsable aceptar los precios que le piden al Ayuntamiento para comprar los terrenos en los que construir nuevos parkings.

—Desconozco las alternativas que se han tanteado, pero estoy de acuerdo en que no se ha de despilfarrar. El dinero público debe gastarse con el mayor seny posible.

Una de las primeras ‘patatas calientes’ a las que deberá dar respuesta es la gestión del agua y la sobreexplotación y salinización que sufren muchos pozos que abastecen a la población.Con independencia de la investigación en marcha de la Guardia Civil, y de las responsabilidades que se deriven, hay una situación especialmente grave, que se remonta muchos años atrás y a la que cabrá dar respuesta. ¿Cómo piensan afrontarla?

—Es un tema que trascendió los mismos días que planteábamos la moción de censura. Es triste que haya investigaciones policiales o judiciales, pero son asuntos que deben subsanarse. En cualquier caso, los problemas se arrastran al menos desde hace 14 años, en los que, de una u otra forma, todos los partidos hemos fallado. Habrá que subsanar los errores y es otra de las cuestiones prioritarias en la que deberemos trabajar desde el lunes, con máxima transparencia y colaboración con las autoridades. Cuando algo no se hace bien se corrige.

Como han hecho ahora con la moción de censura.

—Así es.

Durante la última semana, el PP ha vuelto a evidenciar las numerosas inversiones que el Consell y el Govern se han comprometido a financiar en Ciutadella, desde el nuevo centro de salud a la estación de autobuses, la pista de atletismo o el centro de FP. ¿Teme que se corte el grifo de dinero a Ciutadella como castigo por la moción de censura?

—Ni temo ni desconfío, al contrario. Pienso que todos cumplirán su compromiso y lo harán realidad. Estoy convencido de que los equipos que gestionan el Govern y el Consell tienen una alta estima por Ciutadella y que, con su colaboración, las llevaremos a cabo.

¿Será candidato a la alcaldía en 2027?

—Ni lo sé ni aún me lo planteo. Construyamos el presente y ya veremos cómo nos viene el futuro.

«Somos un equipo cohesionado, que hará valer más que nunca el consenso»

El nuevo alcalde dice que los desencuentros del pasado, especialmente entre el PSOE y el PSM, han quedado enterrados y que la confianza vuelve a presidir las relaciones entre los tres socios. El organigrama del nuevo gobierno -asegura- es una muestra de ello.

Le urgirá aprobar el organigrama para que su equipo pueda empezar a actuar.

—Así es. Vamos a ver si se pueden delegar las funciones mediante decreto o no. Ya se aprobó el cartapacio en junio de 2023 y, como la suma de dedicaciones estará un poco por debajo de las del anterior gobierno(8,3), quizás no haga falta ni pasarlo por pleno.

¿Con qué criterio se han repartido las áreas?

—En la negociación, cada partido ha expuesto las áreas que le gustaría    asumir y las hemos ajustado para que cada concejal se sienta lo más cómodo posible.

¿Cómo encajó la renuncia de Sandra Moll a postularse como alcaldesa y el hecho de verse como candidato?

—Lo importante en un equipo es que cada jugador pueda aportar lo mejor que tiene. Cada uno debe sentirse cómodo con sus obligaciones y, en este sentido, es muy loable que Sandra Moll expresara sus dudas. Toda la ejecutiva y el grupo municipal apoyaron la decisión.

Decisión que ha aupado a Esther Mascaró a la primera tenencia de alcaldía, su brazo derecho en el Ayuntamiento.

—He encontrado en ella el apoyo necesario, la persona de absoluta confianza que permite que todo funcione. Tiene gran experiencia en comunicación, que es un aspecto vital. Los ayuntamientos debemos explicar nuestra gestión.

¿Y cómo será la relación con Maria Jesús Bagur (PSM), que va a relevarle en 2026? ¿Cómo compartirán las decisiones del día a día?

—La relación entre todos los concejales es fantástica, tenemos un equipo cohesionado y, como he hecho siempre en las asociaciones y entidades en las que he estado implicado, pondré las cosas encima de la mesa para dialogarlas y acordarlas de común acuerdo. Debemos hacer valer la palabra consenso más que nunca.