La delegación menorquina ha estado formada por el presbítero Joan F. Camps, director del Secretariado Diocesano de Educación; y los profesores Gregorio Ferreras, Joana Bosch, Lali Cavaller, Aina Ameller, Maria José Betí y Keta Pons, que ejercen en distintos centros docentes de Menorca.
Se han debatido y analizado nueve ámbitos temáticos donde la Iglesia está presente: colegios de ideario cristiano, profesorado de Religión, centros de educación especial, educación no formal, centros de Formación Profesional, universidades, profesorado cristiano, colegios mayores y residencias universitarias, y buenas prácticas de coordinación entre parroquia, familia y escuela.
Joan F. Camps explica que «este congreso, que se ha celebrado cien años después del que tuvo lugar en 1924, titulado ‘Primer congreso nacional de educación católica', supone una auténtica renovación del compromiso de la Iglesia con la educación».
Afirma que «los participantes hemos tenido la ocasión de conocer las oportunidades e iniciativas que ofrecen los ámbitos educativos para la evangelización; como dijo el cardenal Omella, el objetivo de la educación católica es la humanización».
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... para ser más humana, la sociedad debe precisamente desembarazarse de la religión...