La sala de plenos del Consell acogió una mesa redonda sobre la gestión de los recursos hídricos.    | IME

TW
19

La necesidad de construir una desaladora en la zona de Maó, como solución para garantizar el abastecimiento de agua en el levante insular en los próximos años y permitir la recuperación del acuífero, se erigió el martes como una de las principales conclusiones de la mesa redonda sobre los recursos hídricos que tuvo lugar en la sala de plenos del Consell, en el marco de las jornadas para celebrar los 30 años de la Reserva de Biosfera de Menorca.

La mesa estuvo moderada por la presidenta del Consell Científic de la Reserva, Agnès Canals, y contó con la participación del director general de Recursos Hídricos de Balears, Joan Calafat; el coordinador de Política Territorial del GOB Menorca, Miquel Camps; el gerente de Aigües Cala Blanca e Hidromenorquina, Samuel Moll; el ingeniero José Antonio Fayas y la técnica de Medio Ambiente del Obsam-IME, Sònia Estradé.

Desaladora en Llevant

Fue Sònia Estradé la primera que puso sobre la mesa la necesidad de construir una desaladora en la zona de Llevant, aunque con la condición de que sirva para reducir las extracciones de agua del acuífero. «No podemos seguir esperando a que nos toque la lotería y más vale aceptar que será necesaria una desaladora en Maó para ganar resiliencia, pero debemos tener claro que tendremos que sustituir los usos del agua subterránea por la desalada y hacer pasos decididos hacia la reducción», señaló. Estradé también apuntó la necesidad de definir el modelo de Menorca, especialmente en lo referente a la urbanización de la Isla o el número de visitantes.

Esta idea también fue secundada por Samuel Moll, quien subrayó que la escasez del agua en Menorca es una obviedad, y remarcó en diversas ocasiones que la situación del acuífero de la Isla es «muy mala».«En Catalunya todo el mundo ve el pantano seco y lo entiende, pero aquí, como no vemos el acuífero, no le hacemos mucho caso. Pero está muy maltratado», enfatizó. Para Moll la conclusión «evidente» es que es necesario construir una nueva desaladora, pero advirtió que «no se puede hacer más grande la bola», y si se usa agua desalada debe servir para dejar de usar agua de los pozos.

También fue claro en cuanto a la necesidad de una desaladora para garantizar al abastecimiento en la zona de Llevant José Antonio Fayas, quien aseguró que los dos principales objetivos en cuanto a gestión hídrica deben ser la recuperación de los acuíferos y asegurar los abastecimientos, tanto urbanos como agrarios. En este sentido, afirmó que la única manera de alcanzar estas metas es poner en marcha una desaladora en el levante insular, aunque «con la condición de que una autoridad fuerte garantice que el caudal que llegue de la desaladora se deje de extraer del acuífero». Fayas también insistió en la necesidad de un amplio consenso social respecto a la gestión del agua, similar al que en los años 70 y 80 permitió salvar muchas zonas de la Isla de la urbanización.

El GOB Menorca discrepa

El representante del GOB Menorca, Miquel Camps, fue el único que mostró sus dudas acerca de la construcción de una nueva desaladora, e insistió en la necesidad de gestionar el agua mediante un nuevo paradigma. «El problema es que hay cosas que llevan veinte años en las leyes, pero no se cumplen. Por ejemplo, aquí los pozos no tienen contadores y hace veinte años que deberían tenerlos».

Camps también recordó que en el caso de Ciutadella, la desaladora no ha servido para disminuir las extracciones de los pozos. «Entiendo la necesidad y urgencia de encontrar más fuentes de agua, pero no podemos empezar de cero, como si nada hubiera pasado en Ciutadella, porque allí no hemos sido capaces de controlar nada», sentenció.

El apunte

El Govern apoyará lo que la Isla decida, pero no se puede perder más tiempo

Durante su intervención en la mesa redonda, el director general de Recursos Hídricos del Govern, Joan Calafat, insistió en que la Isla debe decidir cómo quiere gestionar el agua y el Govern lo apoyará, pero debe hacerlo rápido. «Debemos ser conscientes de lo mal que están los acuíferos, y si no decidimos cosas ahora, ya no lo arreglaremos, porque el cambio climático ya está aquí e irá a peor», remarcó.

En este sentido, Calafat aseguró que el actual Govern se ha marcado el objetivo de impulsar la mejora del ciclo del agua, y Menorca no se puede quedar atrás. «En Eivissa se mueven a velocidad de crucero, con políticas diferentes a las de Menorca, pero se mueven», subrayó.