El borrador del decreto que ha de regular la pesca de cerco en Balears, incluye la prohibición de esta modalidad en aguas interiores. Una medida que, en general, le parece bien al sector pesquero, que tiene en cuenta que hace años que ninguna embarcación de la Isla desarrolla esta actividad.
Esta cuestión se abordó en la reunión de este miércoles en la sede del Consell insular, entre la consellera de Economía, Maria Antònia Taltavull, su directora insular, Sandra Beltrán, y el director general de Pesca, Antoni Grau, además de varios cargos de la Conselleria y responsables de las tres cofradías de pescadores.
Grau exponía este jueves que «todos estamos de acuerdo que este tipo de pesca no se puede hacer en Menorca». Además, «hace veinte años» que no hay barcas que se dediquen a ella, afirmaba.
Este veto en aguas interiores tiene como «objetivo impedir que vengan barcos de la Península y hagan las capturas brutales de servioles» que denunció en verano la asociación Per la Mar Viva.
Desde la Cofradía de Ciutadella, su vicepresidente Francesc Canals señaló que es importante impedir este modo de pesca en aguas interiores, con el fin de «poder negociar después en Madrid» que se impongan medidas específicas para la pesca de cerco en aguas exteriores de Menorca.
Voces en contra
De las siete alegaciones que recibió el borrador, ninguna era de Menorca. Sin embargo, la Dirección General de Pesca admitió este jueves que llegó una petición fuera del cauce ordinario, por correo electrónico, que no quedó registrada formalmente. «Hemos tenido en cuenta la aportación, pero no la contemplaremos», descartaba Grau.
Esta petición era de Vicente Garau, pescador con larga trayectoria en Menorca y en Mallorca, que pedía no prohibir la pesca de cerco, por ser «un arte tradicional». De hecho, Garau planeaba «adquirir una embarcación» para reiniciar la actividad de cerco.
Sobre el interés de este particular, u otros que pudieran surgir, el director general apuntó que «se podrá valorar, no es difícil modificar el decreto» para permitir autorizar casos específicos.
Por otro lado, a título personal, Xavier Marquès, presidente de la Cofradía de Ciutadella, vería bien permitir la pesca al cerco en aguas interiores, para «no poner la soga al cuello» al sector. «En Menorca es una pesca anecdótica, pero estaría bien no cerrar la puerta del todo», concluyó.
El apunte
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Ante todo este decreto tenía como finalidad conseguir que las embarcaciones con licencia de pesca para todo el Mediterráneo no pudieran pescar en nuestras aguas interiores, lo que a derivado al final a prohibir que nuestras propias embarcaciones de Menorca puedan ejercer este tipo de pesca fundamental para la salud humana, con la salvedad de que las embarcaciones foráneas con la tecnología electrónica que tienen a bordo, podrán capturar estas especies antes de que entren en nuestras aguas interiores. También resulta sorprendente la actuación de la Consellería de pesca del Consell de Menorca la cual fundamenta su decisión de apoyar la prohibición de la pesca de cerco, ante la solicitud de las cofradías la cuales no habían estudiado ni pedido información a personas conocedoras de esta pesca, cuando el propio patrón mayor de Ciudadela al ver el error envió un correo al Consell Insular con la indicación que no era prudente cerrar las puertas a la posible pesca de Cerco en nuestras aguas interiores. Conjuntamente también al conocer lo solicitado por las cofradías, haber hablado con la Cofradía de Mahón que no era correcto cerrar las puertas a una actividad que se ha desarrollado en Mahón desde antiguo y que tiene como finalidad la pesca de pescados azules, especialmente la sardina, serviola, boquerón, jurel, melvas, albacora etc. pescados abundantes en nuestras costas de precios muchos más baratos y muy beneficiosos para la salud humana. El único argumento válido es evitar la competencia de estas especies en la venta diaria, puro egoísmo de quienes se oponen a esta pesca y especies. No se entiende afirmar que la alegación presentada no se tendría en cuenta cuando se ha presentado el día 31 de enero, dos días antes del plazo que terminaba el 2 de febrero, por haberla presentado por correo electrónico y cuando por sentencia de día 23 de julio de 2020 del Tribunal Supremo reconoce como válidos los correos electrónicos que vienen a sustituir el correo postal o documentos entregados a mano etc. En definitiva esperemos que por todo lo expuesto ante las autoridades de Menorca y de la Dirección General de Pesca de Baleares puedan recapacitar y no cierren las puertas a esta actividad por el beneficio que aporta a los Consumidores y también a los pescadores que quieran recuperar esta milenaria pesca ecológica y sostenible por su propia naturaleza.