Turistas se interesan por la cartera inmobiliaria en la Isla. | Josep Bagur Gomila

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Las limitaciones de los británicos para poder disfrutar de sus segundas residencias en España no están teniendo efecto de momento en el mercado inmobiliario. El brexit y la pandemia fueron dos serios reveses para las ventas, estas se redujeron, la incertidumbre sobre el futuro afectó a los planes de aquellos que querían invertir, pero después del bache, las compras de apartamentos o villas en Menorca por parte de sus visitantes más fieles, los ingleses, se han recuperado.

«Pronto nos dimos cuenta de que volvían y seguían comprando», explican desde Casas en Menorca. Otra de las inmobiliarias con larga experiencia en el mercado británico, Bonnin Sanso, lo corrobora. El brexit y la alerta sanitaria paralizaron las inversiones, pero 2023, a falta del cierre definitivo del ejercicio, confirma que los británicos están fuertes.

«Sigue siendo un mercado muy importante para Menorca, sí es cierto que están condicionados por su posición actual con la Unión Europea, pero este año se ha confirmado su interés por comprar, ha crecido la demanda y en algunos meses ha sido igual o superior a la de los franceses», explica José Pons Yela, director comercial de Bonnin Sanso. Pese a las limitaciones, 2023 «ha sido el año de la vuelta del británico», un mercado con fuertes lazos con Menorca y que se mantiene incluso a través de generaciones.