Menorca no ha tenido un comportamiento distinto al del resto de España. La tendencia del cambio, a favor del PP, ha resultado insuficiente. Crece el bipartidismo, aunque no hay gobierno posible sin acuerdo de bloque. El PP se ha quedado con los votos de Ciudadanos, pero su objetivo de acabar con el sanchismo, también en la Isla, ha sido inalcanzable. Aun así, sale fortalecido. Es la fuerza más votada en cinco de los ocho municipios de la Isla. Solo en Maó, Es Castell y Es Mercadal el PSOE ha sido la fuerza con más apoyos.
Sin embargo, el bloque de izquierdas supera el 50 por ciento de los votos en todos los municipios de la Isla, incluso en los dos donde el PP está más consolidado, en Es Migjorn con una diferencia de 72 votos y en Alaior por solo cuarenta a favor de la izquierda.
Respecto a 2019, el PP ha avanzado de forma muy considerable, pero también lo ha hecho el PSOE, fortaleciendo el bipartidismo. Sumar con Més, en la mayoría de los casos, no suman lo que por separado tenían Més con sus candidaturas con ERC y Podemos. La muerte cerebral de Cs es el factor clave que consolida el crecimiento del PP, más que las ganas de cambio de presidente del Gobierno. Vox, que en Menorca ha tenido siempre menos fuerza que en el conjunto de Balears y del Estado, aquí no llega al 10 por ciento de los votos, mientras en el conjunto de España es de más del 12 y en Balears más del 15 por ciento.
En la elección del senador por Menorca, Cristóbal Marqués ha conseguido el escaño por una diferencia de alrededor de mil votos, muy superior a la del 2019 en que la noche electoral se cerró sin tener la garantía al cien por cien de que el elegido era Jordi López. Siempre queda la misma duda inútil sobre el posible éxito de una candidatura unitaria de izquierdas. Este domingo los votos de los dos les darían el senador, pero no dos juntos casi nunca suman lo mismo que separados.
Ahora se abre una larga resaca sobre las condiciones de la formación de Gobierno. Este domingo, el que ganó, perdió, y el que perdió, o quedó segundo, podría ganar. A no ser que haya nuevas elecciones, que todo es posible.