Las obras de la carretera general dejarán de afectar al tráfico a partir de este lunes

Después de siete años de demora desde que se interrumpieran los trabajos por rescisión del contrato con la constructora, las obras fueron reanudadas el pasado septiembre, pero ahora tampoco han podido concluir en el plazo fijado que ya había sido prolongado hasta el 30 de junio, sino que acabarán probablemente un mes y medio más tarde. Las lluvias del pasado otoño y el extremo calor de este mes de julio, que ha reducido la capacidad de trabajo de los operarios, han retrasado el final, aunque la UTE concesionaria deberá justificar al Consell con más concreción todas las causas, señala el conseller.

Delgado visitó las obras el miércoles y comprobó las tareas que quedan pendientes. Estas consisten en la colocación del aglomerado en el arcén y las últimas capas de rodadura. Posteriormente, se llevará a cabo toda la señalización. Estaba previsto que en la madrugada del próximo martes se vertiera la última capa de rodadura pero finalmente esta se desplegó durante este viernes en la zona central de la carretera. Quedarán por ejecutar los ramales del desvío a L'Argentina, levantar la pared seca y la mencionada señalización, tareas que ya no tendrán incidencia en el tráfico rodado.

Las obras se han ejecutado en un tramo de 2.500 metros de la principal arteria de la Isla, entre los kilómetros 7,7 y 10. La nueva licitación se otorgó con un precio de 3.267.239 euros, es decir, un 4,4 por ciento por debajo del precio de salida.

El nuevo equipo de gobierno se plantea ahora como prioridad negociar un nuevo convenio de carreteras con el Estado mientras marca el calendario de actuación que debía pasar, según la planificación del anterior, por continuar con el tramo de del desvío de Rafal Rubí. «Estamos en fase de análisis de recursos y revisión de proyectos», ha indicado Juan Manuel Delgado.