Una salida a la semana. El traslado a la piscina es la única actividad para la que este grupo de alumnos de Maó cuenta con el transporte que necesitan, dada la movilidad reducida de alguno de ellos. | Gemma Andreu

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Arantxa, Leyla, Samia, Álvaro y Noa tienen entre 15 y 18 años y están acabando el curso 2022-2023 en el aula UEECO básica del IES Pasqual Calbó de Maó. Cada semana, los jueves, van a la piscina del polideportivo y disfrutan mucho de la actividad acuática que, como cualquier otra salida del centro, les permite acercarse más a la vida real y conocer otras realidades fuera de su aula especial. En su clase solo son cinco compañeros y tienen una tutora, la maestra de educación especial Noemí Tur, y una auxiliar técnica educativa, Isa; estos días también cuentan con Núria, estudiante en prácticas.

Los cinco alumnos con discapacidades graves de esta Unidad educativa específica en centro ordinario (UEECO) del instituto Pasqual Calbó i Caldés de Maó no pueden realizar más salidas del centro aunque les serían muy beneficiosas, como apunta Tur, la tutora, por no disponer de un sistema de transporte adecuado. Dos de ellos utilizan sillas de ruedas y eso les impide viajar juntos en un autobús de transporte público regular -que sería la primera opción por facilidad y precio- porque aun estando adaptados para personas con movilidad reducida solo disponen de espacio para una silla de ruedas con su correspondiente cinturón de seguridad y tendrían que dividir el grupo, aumentar el número de personas que les acompaña y esperar a que pase el siguiente autobús, lo cual es inviable.

Unas salidas muy necesarias

La tutora del grupo, con el apoyo del claustro del IES, ha solicitado públicamente que se busque una solución a esta realidad que les supone mucha frustración e impotencia, ya que con el problema del transporte estos jóvenes se encuentran con una barrera más que les impide la inclusión real.

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Lo ideal, explica Tur, sería disponer de un transporte adaptado para realizar todas las salidas culturales y al aire libre que los educadores consideraran oportuno organizar, puesto que «el potencial de estos chicos no está en la adquisición de conocimientos» y las actividades fuera del centro son esenciales para que estos jóvenes tengan un contacto con la vida real, más allá de lo que sus familias puedan hacer.

Las educadoras no desisten y realizan salidas, o bien andando hasta Maó, o bien solicitando favores, pero así no se pueden programar las salidas. De hecho, la semana que viene tienen prevista una salida de dos días con pernocta en el camping de Son Bou y aún no saben cómo organizarán el transporte.

Ayuda para hallar una solución

Tur plantea la situación con la esperanza de encontrar una solución permanente de cara al curso que viene. Cree que hay que buscar fórmulas y espera que con la colaboración de la Conselleria de Educación del Govern o el Consell, a través de la Fundació per a persones amb discapacitat de Menorca, logren organizarse. Propone incluso realizar ella misma los traslados con su vehículo, cumpliendo con los permisos y seguros que fueran necesarios.

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La opción de alquilar un servicio de transporte adaptado con espacio para dos personas con silla de ruedas y conductor también existe, pero se traduce en 300 euros por la ida y vuelta a Ciutadella, por ejemplo, que es a donde no pueden llegar andando o unos 150 si se trata de ir a Alaior, pero es mucho coste para dividir entre solo cinco alumnos.

El apunte

Andando cinco kilómetros para hacer salidas a Maó y comprar en el mercado

Las cuatro chicas y el chico de la clase UEECO salen a menudo andando y con las sillas de ruedas acompañados por la tutora y una o dos personas más del centro para realizar visitas culturales, paseos al aire libre, o incluso desplazamientos al supermercado para buscar los ingredientes que usarán en el taller de cocina.

«Les encanta participar de la increíble oferta que tiene Menorca» dice la tutora Noemí Tur, «somos asiduos a las exposiciones de Ca n’Oliver, Sa Nostra (Sant Antoni), el Claustre... Se adaptan los contenidos».

Al estar el IES Pasqual Calbó i Caldés en Bintalfa, fuera del núcleo urbano, el recorrido medio que realizan hasta el centro de Maó o el polígono de Sant Lluís es de más de dos kilómetros para ir y lo mismo para regresar, con lo que invierten gran parte de la mañana y un esfuerzo considerable en el trayecto, pero como indica «ya estamos acostumbrados», pero sería mejor, indica, hacer un desplazamiento andando y el otro en autobús.