José Luis Bosch lleva cerca de 30 años vinculado a la Clínica Menorca. | Gemma Andreu

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Lleva 28 años vinculado con la Clínica Menorca. José Luis Bosch empezó como celador y tras ir formándose fue escalando posiciones hasta que en 2007 fuera nombrado director-gerente del grupo.

Juaneda Hospitales inaugura el hospital más moderno de la red. ¿Dónde se posiciona la Isla en cuanto a infraestructuras hospitalarias?
—Que el Grupo Juaneda tenga un nuevo hospital en su red asistencial es una gran noticia. Y que este hospital esté en Menorca es la clara demostración de que el grupo Juaneda no solo cree en Menorca sino que apuesta por liderar la sanidad privada de Balears con una gran inversión, haciendo de este hospital el más moderno de Balears.

Uno de los grandes valores es la UCI, que se humaniza, ¿verdad?
—Una de las áreas más importantes y donde se ha dedicado un gran esfuerzo ha sido la UCI. No solo en inversión, sino que se ha apostado por tener una UCI más humanizada y un área de fácil gestión para el personal médico y de enfermería. Los pacientes ingresados en la UCI tendrán siempre contacto visual con el exterior y sabrán en todo momento si es de día, de noche, el tiempo que hace... Hay estudios que demuestran que cuando el paciente no pierde la noción del tiempo, la recuperación es más rápida. La UCI está diseñada para que todo el equipamiento médico esté anclado en el techo por lo que el espacio de actuación del personal médico y de enfermería es mucho más ágil, rápido y cómodo.

¿Qué ha buscado Juaneda Hospitales a la hora de diseñarlo?
—El primer objetivo es tener un edificio funcional y diseñado para obtener la máxima eficiencia. Lo más importante es tener unos espacios cómodos y ágiles para los pacientes primero y, como no, para los profesionales sanitarios. Será el primer hospital de España cien por cien eléctrico, por lo que será un edificio cien por cien sostenible con el medio ambiente.

Ha sido un largo e intenso proceso. ¿Qué piedras en el camino ha encontrado el proyecto?
—Miramos ya el futuro con muchas ganas de hacer grandes cosas en vez de mirar al pasado. Pero es verdad que en un proyecto de esta magnitud, en medio además de una pandemia, ha habido un sinfín de piedras de todos los colores y tamaños. Seguramente dará para escribir algunos capítulos en unas futuras memorias en la historia del Grupo Juaneda.

¿La ubicación es estratégica?
—Cuando un paciente acude a la red sanitaria privada, sea en el lugar que sea, busca una asistencia rápida y sobre todo de calidad. Clínica Menorca nació en Ciutadella y la propiedad siempre ha creído que si teníamos que construir un nuevo hospital tenía que ser primero en la ciudad donde vio nacer esta empresa. Que haya tres hospitales en Menorca, estratégicamente, tiene todo el sentido en términos de eficiencia sanitaria.

¿Piensa que esta nueva instalación atraerá a nuevos usuarios?
—Seguramente, pero si atraemos a nuevos usuarios no solo tiene que ser por nuestras nuevas instalaciones. También será porque tenemos un gran cuadro médico, un gran equipo de enfermería y personal excelente.

Siempre se habla de colaboración público-privada. ¿Ahora más que nunca?
—La administración tiene la responsabilidad de diseñar lo que Menorca y Balears va a necesitar. Por desgracia, no se tratará de qué sanidad queremos sino de qué sanidad podremos tener. La esperanza de vida aumenta, pero a costa de una mayor utilización de más recursos sanitarios. En España hay una gran crisis sanitaria por falta de personal médico, especialistas y personal de enfermería. Se van a jubilar más médicos y enfermeros que nuevos profesionales van a licenciarse. Si además de las jubilaciones, sumamos que vivimos más años y añadimos los nuevos hospitales y geriátricos que se van a abrir, hay y habrá un gravísimo problema entre oferta y demanda. Por eso, tenemos que empezar a hablar solo de sanidad en vez de querer dividir entre sanidad pública y privada. Solo habrá este camino para poder atender a todos los pacientes que necesiten una asistencia médica sin aumentar los tiempos de espera. Al paciente solo le importa que le atiendan y lo curen. Por lo que no cabe otra opción de que haya una gran colaboración.

¿Qué porcentaje de población en Menorca dispone de sanidad privada?
—Según las últimas estadísticas, en Balears hay una media del 35 por ciento de la población que acude de forma asidua a la sanidad privada. Si miramos las camas hospitalarias, a partir de ahora en Menorca, el 40 por ciento del total de camas pertenecerán a la sanidad privada.

Menorca tiene dificultades para fidelizar médicos. ¿La sanidad privada lo vive con la misma intensidad que la pública?
—El error es pensar que solo es un problema de Menorca o de la sanidad pública. Es un problema global y la solución solo pasa por ampliar la oferta de plazas universitarias en medicina y más plazas en enfermería para que salgan más profesionales médicos y de enfermería. Es cierto que la Isla tiene ahora el gran problema añadido de la vivienda y esto hace que dificulte venir a trabajar a la Isla.

¿Qué opina del requisito del catalán en la sanidad?
—Siempre defenderemos el uso de nuestro idioma materno. A pesar de que atendemos en proporciones similares a pacientes residentes respecto a nacionales y extranjeros, cualquier cartel que se encuentre dentro y fuera del hospital Juaneda Ciutadella solo está en catalán. Dicho esto, considero que en el mundo actual de la sanidad, el listón de exigencia tiene que ser directamente proporcional al equilibrio entre la oferta y la demanda. Ahora, cuando la demanda supera ampliamente a la oferta, considero que si fuera más un incentivo y no tanto un requisito, estoy seguro que no habría tanta polémica y más seguro estoy de que habría poca gente sin el C1 de catalán.