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Puede que pensemos que lo estamos haciendo bien. Pero existen una serie de errores que los contribuyentes cometen cuando elaboran la declaración. Los expertos fiscales de Gestoría Mantolan enumeran los más frecuentes:

  • Aceptar el borrador sin comprobar la información que contiene ni analizar si falta algo a incluir.
  • No mirar el borrador por estar convencido de que no está obligado a hacer la declaración. Hay muchas situaciones diferentes que pueden obligarle a declarar, no solo los rendimientos de trabajo.
  • Creer que el cobro del paro o estar jubilado exime    de la obligación de declarar.
  • Pensar que los inmuebles que no se utilizan o se usan solo en verano no han de incluirse. Cualquier inmueble que no sea la vivienda habitual debe declararse porque hay que imputarle una renta.
  • No diferenciar entre herencia en vida y donación pura. La primera no tributa en renta, pero la segunda sí para el donante, como si fuese una venta.
  • No conocer el intríngulis de una herencia en vida. Al contribuyente le conviene esperar cinco años o el fallecimiento del donante para vender ese inmueble para que la ganancia patrimonial en renta sea baja.
  • No analizar si se han producido cambios en la situación personal que pueden afectar a la declaración, como casarse o divorciarse.
  • Creer que los mayores de 65 años que venden un inmueble no han de declararlo. Solo ocurre con la vivienda habitual.
  • Desconocer que hay que declarar como rendimientos de trabajo el rescate de un plan de pensiones.