Pere Gomila fue el encargado de dar una conferencia sobre la Reserva de Biosfera. | Gemma Andreu

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Con motivo de la celebración de los treinta años desde la declaración de Menorca como Reserva de Biosfera por la Unesco, en esta ocasión fue el poeta y escritor Pere Gomila, y no un «naturalista o bien un ecólogo», como él mismo reconoció, quien protagonizó el parlamento que, cada año, convoca a los menorquines a celebrar el día del Patrón. «Hacer sostenible nuestra isla, con los valores que impulsa la Reserva, nos concierne a todos», reivindicó Gomila. Bajo el título «La Reserva de Biosfera como ejemplo y modelo», el reconocido poeta y escritor menorquín verbalizó un discurso marcado por la reivindicación del camino sostenible. «Defender también unos derechos para el planeta es defender al fin la propia vida», declaró Pere Gomila.

En los versos que preparó el literato tuvo cabida la referencia al «mundo convulso y con graves avisos que amenazan la vida en el planeta». Aludió así a una actualidad marcada por «la guerra que ahora ruge en Europa» y «las nuevas formas del fascismo o el populismo resurgido por todas partes». Pere Gomila recordó también que, en este contexto, «se levanta un monstruo que muchos aún niegan por desgracia», el cambio climático. Esta realidad, advirtió, «amenaza la frágil biosfera del planeta donde estamos todos, hogar único de vida, la madre tierra». Contra «el mal que hemos provocado», Gomila insistió en que «cabe reformar muchas cosas» y que, en esta tarea a llevar a cabo más pronto que tarde, «todo el mundo es, sin duda, necesario».

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Para materializar esa «vía menorquina en un gran marco etico-ecológico, en el espíritu mismo de la Reserva y en el conocimiento preciso de los límites que tiene nuestro frágil territorio», el intelectual menorquín remarcó una serie de virtudes ambientales que consideró «el mejor camino para conseguir una sociedad cohesionada y una isla sostenible en todos los ámbitos». Entre ellas, destacó el «ser moderados y aprovechar los recursos con sentido y ser sensibles con los bienes limitados», así como «ser humildes y cuidar la naturaleza» para que el futuro, con las nuevas generaciones, no se vea comprometido.

Durante su ponencia, Pere Gomila aseguró que «el hecho de ser Reserva implica el conjunto de nuestra actividad en este territorio» e hizo especial mención del «turismo sostenible» como aquel que hay que potenciar —frente al «crecimiento sin ningún límite que la isla no podría soportar»— para hacer de Menorca «modelo y ejemplo de la relación justa con el medio, de comportamiento ético de futuro para aquellos que después vivirán aquí».

El apunte

Recuerdo a los que impulsaron la declaración de Menorca

El poeta y escritor Pere Gomila recordó en su discurso los orígenes de la declaración de Menorca como Reserva de Biosfera y conmemoró a los responsables del proceso, que caracterizó por su «esfuerzo, ilusión, trabajo y entusiasmo». Se refirió así al naturalista Guillem Orfila, que inició los contactos con el programa de la Unesco; al botánico Joan Rita y al físico e investigador Josep Miquel Vidal Hernández.