El camino para lograr que el alumnado reduzca la tasa de asignaturas suspendidas en Educación Primaria pasa por alcanzar una ratio máxima de 18 alumnos por aula en todas las escuelas de la Isla. Esta meta, junto con el aumento de la atención a la diversidad y el apoyo educativo, permitiría, según el Consell Escolar de Menorca, lograr una mayor calidad educativa.
Aunque las ratios varían en función de los municipios, los centros, las aulas y las asignaturas concretas que se cursan, desde el Consell Escolar explican en un comunicado que son un «factor primordial» para garantizar unos buenos resultados académicos. En este sentido, fijan en 18 el número máximo de alumnos por aula en los centros de Educación Primaria.
La cifra coincide con la media que recoge el informe del Observatorio Socioambiental de Menorca (Obsam). En el curso 2021/22 la ratio de alumnos por grupo en los colegios públicos de la Isla era de 18, mientras que en los concertados era de 19 en esta etapa educativa. En la ESO la ratio era de 22 alumnos por aula, mientras que en Bachillerato ascendía a 25,3. En los cursos de formación profesional básica era de 7,8 y en los de grado medio la ratio llegaba a los 18,1 alumnos por aula. En los títulos de grado superior se registró una disminución, al bajar hasta los 10,4 estudiantes.
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Aunque el Consell Escolar recomienda alcanzar este objetivo de tener hasta un máximo de 18 alumnos por aula en Educación Primaria para alcanzar una mayor atención y calidad educativa, también reconoce que, de acuerdo con los datos recogidos en el informe del Obsam, Menorca tiende a situarse por encima de las otras islas en lo que respecta al porcentaje del alumnado que aprueba todas las asignaturas.
Atribuye este éxito a la implicación de los docentes, las familias y los alumnos. También a la alta escolarización en la etapa de 0-3, si bien destaca una disminución en las tasas de matriculación en Educación Infantil y Primaria por el descenso de la natalidad.
2 comentarios
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... el consejo escolar siempre se olvida de exigir que se saque esa cosa de "asignatura" de religión, del temario de EDUCACIÓN...
El profesor o maestro ya apenas es una autoridad, intenta ser un ridículo “colega” de los alumnos y no se le tiene respeto alguno; lógicamente, pues un “colega” veinte o treinta años mayor que uno, no es tal, sino un sujeto que juega ridículamente a ser más joven de lo que es. Los caprichos deben tener prioridad sobre la disciplina, se va a clase poco menos que a jugar, se quiere convertir lo que debería ser un lugar de esfuerzo y estudio en una ludoteca. Se les exige cada vez menos a los alumnos y no se les corrige para no “dañar su autoestima”, para no “discriminar”, se quiere nivelar todo en la igualdad es decir al nivel del menos apto. Si hubiera que definir el espíritu de la pedagogía actual con una sola fórmula, podría decirse que es la venganza del último de la clase. Venganza que vemos cumplidamente realizada en los exponentes políticos de nuestra época, sobre todo los que se ocupan de Educación.