El nuevo centro sociosanitario y asistencial se ubicará en las antiguas casas de Bintaufa, en Maó.

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Las personas mayores de 18 años diagnosticadas con problemas moderados y graves de salud mental y con trastornos de conducta asociados podrán optar a las nueve plazas que ofrecerá el tercer centro de Trepucó una vez finalicen las obras de remodelación del edificio en 2024. Ubicada en las antiguas casas de Bintaufa, la residencia brindará un servicio que, hasta ahora, no se ha prestado en Menorca.

Siete años después de que se anunciara el proyecto —inicialmente presentado por el gobierno del PP en el Consell en el mandato 2011-2015— y tras «muchos intentos para hacerlo realidad», según reconoció este miércoles la presidenta del Consell Insular, Susana Mora, en una rueda de prensa, el proyecto de obras para habilitar el centro se adjudicó el pasado lunes por un importe que asciende a 1,2 millones de euros.

Esta inversión permitirá, además de la creación de 9 habitaciones individuales, baños adaptados, un despacho para el personal, una sala de descanso, áreas de convivencia, un comedor y zonas destinadas a los servicios de fisioterapia, relajación, farmacia y lavandería en una superficie que se ampliará de los actuales 368,4 metros cuadrados a los 605,77 que se prevén con la reforma.

De este modo, la puesta en funcionamiento de este centro significará una ampliación de la red asistencial y de apoyo para personas con discapacidad y problemas mentales, así como también una reducción de las listas de espera de este servicio que actualmente hay en la Isla. Y es que las nueve plazas que ofrecerá esta nueva residencia se sumarán a las 20 que, en estos momentos,    existen en las otras dos dependencias de Trepucó, el único centro residencial de Menorca que atiende a personas con diversidad funcional.

En este sentido, el objetivo de este proyecto es «dar respuesta y cubrir las necesidades de un colectivo que es cada vez más numeroso por el aumento de casos de personas con problemas de salud mental, trastornos del espectro autista o de conducta» que, según avanzó la consellera de Bienestar Social, Bàrbara Torrent, en la misma rueda de prensa, actualmente están siendo atendidas en centros que no son los más adecuados, en otras Islas o incluso en la Península

Por ello, con la ejecución de este proyecto, se espera poder atender a los usuarios con una mayor atención y especialización según sus necesidades en un entorno efectivo, amable y accesible. También, se prevé ofrecer a las personas con enfermedades mentales y trastornos de conducta severos que están siendo atendidas fuera de la Isla —y que reciben ayudas económicas, por ello— la posibilidad de regresar para aprovechar la prestación del nuevo servicio sociosanitario.