La conselleria ha agradecido el trabajo que se hace desde el Centro de Recuperación de Fauna de Baleares (COFIB) y la Fundació Palma Aquarium. | Redacción Local

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La Conselleria de Medio Ambiente, a través del Centre de Recuperació de Fauna de les Illes Balears (COFIB) y la Fundació Palma Aquarium ha atendido en lo que va de año a 48 tortugas en las islas tras ser recuperadas en el mar y que, en la mayoría de casos, estaban enmalladas. De estas, diez fueron en Menorca.

Además del enmallamiento, la segunda causa de entrada de las tortugas vivas es la ingesta de plásticos. Así, 4 fueron rescatadas por este motivo, 1 por captura accidental, otra por traumatismo y 1 por enfermedad.

Palma Aquarium es el centro de rescate de fauna que proporciona la asistencia técnica de fauna marina catalogada al COFIB.

La conselleria recuerda que todo avistamiento de tortugas tiene que ser comunicado al 112.

Profesionales de este departamento y de la Fundación Palma Aquarium han participado este viernes en la suelta de una tortuga marina (Caretta caretta) que ha vuelto al mar tras recuperarse en el centro del Palma Aquarium. El ejemplar, denominado Papaya, es uno de los 22 que han llegado vivos este año al centro. El animal, devuelto en el Parque Natural de Mondragó, entró el pasado junio al centro gracias al aviso de un particular. Papaya, de 35,7 kilos, fue encontrada enmallada por una red fantasma en sus dos aletas anteriores y el cuello.

Desde la conselleria se ha querido agradecer el trabajo que se hace desde el Centro de Recuperación de Faunay la Fundación Palma Aquarium. También se ha recordado la importancia de llamar al 112 si se encuentra un ejemplar herido para poder poner en marcha el protocolo de rescate y «no» quitarles las mallas sin la supervisión de un profesional puesto que, a pesar de la buena voluntad, se puede poner en peligro al animal. El protocolo de rescate de fauna marina catalogada establece que cualquier avistamiento de una especie protegida con dificultades tiene que ser comunicado al 112.

En el caso de las tortugas marinas, se pide que los particulares rescaten el ejemplar, pero que éste sea atendido por los técnicos autorizados por la conselleria. En ningún caso los particulares tienen que intentar desenmallar la tortuga, insiste la conselleria. En muchas ocasiones, el enmallamiento provoca infecciones en las aletas que se pueden extender por todo el cuerpo, suponiendo un peligro mortal si el pedazo de plástico que dificulta la circulación no es extraído por un profesional.