Iris Taltavull, la hija del paciente, frente al Canal Salat    | Josep Bagur Gomila

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Un vecino de Ciutadella ha terminado ingresado en el Hospital Mateu Orfila con septicemia, una complicación grave y potencialmente mortal de una infección, después de que acudiera hasta en tres ocasiones a Urgencias del Centro de Salud Canal Salat y del propio hospital insular y una vez a su médico de cabecera. Ninguno de los profesionales que le atendieron acertaron con el diagnóstico y en todas las ocasiones le mandaron a casa recetándole analgésicos y descanso para el intenso y creciente dolor en el hombro que refería.

El caso ha indignado a la familia del paciente, que ha presentado una queja formal por lo que denuncia como una negligencia que ha puesto en serio riesgo la salud del hombre, que sigue en planta del hospital con un potente tratamiento de antibióticos tras haber ingresado en la medianoche del pasado 2 de agosto.

El relato de los hechos arranca el 25 de julio, cuando el hombre acudió a Urgencias del Canal Salat con un dolor fuerte en el hombro. Le mandaron a casa recetándole paracetamol y descanso. Al día siguiente el médico de cabecera le dio la baja y cita con Traumatología. Tres días después, el 29 de julio, volvió a ir a Urgencias del centro de salud de Ponent por la persistencia del dolor. De nuevo le enviaron a a su domicilio con una simple receta de Enantyum.

El 30 de julio, viendo que el dolor no remitía, decidió acudir a la Clínica Juaneda de Ciutadella, donde le realizaron por primera vez una exploración y se contempló la posibilidad de una infección grave. Le recomendaron acudir urgentemente al ‘Mateu Orfila', donde la familia denuncia que no se le exploró y que, como se puede comprobar en el informe de alta, le diagnosticaron una tendinitis. Al día siguiente su hija llamó a Urgencias del hospital para reclamar ayuda para su padre, que presentaba fiebre y alucinaciones. Finalmente el 2 de agosto terminó ingresado con una infección en el hombro que había pasado a la sangre, afectando a los pulmones y al hígado. En estos momentos se encuentra fuera de peligro pero sus familiares todavía no salen de su asombro e indignación.