Los 29 agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de refuerzo están alojados en la base militar de San Isidro. | Jupol

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Sindicatos de la Policía Nacional, entre ellos Jupol, han denunciado públicamente el estado en el que se encuentra el alojamiento que ocupan 29 agentes en la base militar de San Isidro, en Maó. Son los policías de la Unidad de Prevención y Reacción, procedentes de Alicante y Zaragoza, que llegaron el martes a la Isla, en comisión de servicio como refuerzo estival. Dadas las limitaciones de las estancias hoteleras que se ajusten ahora al importe de las dietas que reciben, han tenido que ubicarse en este enclave militar, sin ningún coste, gracias a que el Ejército ha accedido a la petición trasladada desde la Dirección Insular de la Administración General del Estado y el inspector jefe de Maó.

Los policías se refieren a las «condiciones indecentes» en las que se encuentran las habitaciones con las literas donde duermen, «más incluso que las de los agentes alojados en el famoso barco ‘Piolín', en Barcelona», durante el procés catalán.

El sindicato Jupol exige a la Dirección General de la Policía y al Ministerio del Interior que les proporcionen «unas condiciones dignas» durante su estancia en la Isla, además del abono inmediato de los anticipos de dietas para la manutención.

Se quejan de la falta de mantenimiento y limpieza de las dependencias «por sus pésimas condiciones», afirman en una nota de prensa. Los 29 policías alojados en San Isidro se distribuyen entre las comisarías de Maó y Ciutadella, por lo que deben desplazarse a ambas ciudades a diario.

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Según su denuncia, las instalaciones «carecen de aire acondicionado, además de tener que dormir en camastros con almohadas sucias y sin toallas para el aseo». Es, señalan, un alojamiento impropio de una Policía del siglo XXI.

No había hoteles

Los agentes en comisión de servicios perciben una dieta diaria entre 48 y 60 euros para el alojamiento y 20 para manutención, insuficiente para hallar habitación en un hotel en esta época del año, de ahí que la Comandancia General de Balears haya accedido a que puedan utilizar la base militar sin ningún coste.

La única solución factible que se ha encontrado supone un ahorro para los agentes ya que no gastan la dieta que reciben, pero afrontan las limitaciones de San Isidro. La base militar, en la que residen un grupo muy reducido de soldados profesionales, no dispone de servicio de limpieza de las habitaciones, y son los mismos soldados quienes se cuidan de ella. Aunque son para tres, cuatro o seis personas, los policías se alojan en habitaciones de dos, e incluso hay alguno que ha pedido una individual por una cuestión personal a lo que ha accedido el responsable del acuartelamiento. Las zonas comunes sí tienen limpieza periódica.

Los policías nacionales estarán en la Isla hasta el día 15, fecha en la que se marcharán y serán relevados por otro grupo de agentes.