El riesgo existe no solo en los jaleos, sino en otros momentos de la fiesta. | Gemma Andreu

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Que el riesgo de accidente existe en el desarrollo de las fiestas populares de Menorca tomando como referencia su elemento central, que es el caballo, es obvio. Las cobertura de los seguros que extienden los ayuntamientos, sin embargo, no contempla el antes y el después de la celebración y ahí fue donde incidió José Luis Benejam, primer edil de Alaior, en la reunión de alcaldes celebrada en el Ayuntamiento de Maó.

A propósito del accidente que tuvo lugar hace seis años cuando dos caballos se desbocaron mientras se retiraban de la ciudad tras la celebración, Benejam planteó la necesidad de establecer una postura conjunta para evitar problemas similares. «Lo importante es la seguridad de todos», dijo el alcalde, «y evitar que puedan producirse vacíos legales en las coberturas».

El animal, en suma, debe estar asegurado desde que sale del establo hasta que regresa a él, sostiene el edil alaiorense, o bien precisar la hora en la que comienza el periodo del seguro por la participación en la fiesta, y la hora en la que termina. Deben considerarse, por tanto, los traslados a cada población, tanto de entrada como salida antes y después de cada acto durante los dos días en que los caballos son los protagonistas en las poblaciones de la Isla.

El tema ocupó a todos los ediles por su trascendencia, de ahí que se acordara la celebración de una nueva reunión que será monotemática para abordar esta cuestión en exclusiva.

La falta de cobertura en determinados momentos de todas las fiestas ha dado pie a demandas contra diferentes administraciones por incidentes con heridos graves, como el del 9 de septiembre de 2016 al término del jaleo en el momento en que las monturas se alejaban del centro histórico. Aunque todos los animales deben estar asegurados pueden existir problemas de interpretación cuando la compañía se desentiende si el accidente ha ocurrido en un acto especial que ya debe contar con otro seguro de la administración.