Álvaro no puede abrir la puerta del portal, debe esperar a algún vecino o peatón que le ayude. | Gemma Andreu

TW
5

Hace poco más de un año que estrenaron su hogar, un piso del Institut Balear de la Vivienda (Ibavi) en Sant Lluís, pero ya se han encontrado deficiencias. Vecinos del bloque que en octubre de 2020 se inauguró en la calle Sant Jacint, frente a la biblioteca de la localidad, afirman que ya han sufrido unas inundaciones, por un problema en las conducciones, que no solo afectó a las viviendas sino también a la planta baja, cayendo el agua en las oficinas de Servicios Sociales del Ayuntamiento. Con la lluvia de estos días además han tenido goteras. Uno de los inquilinos, Álvaro Pérez, quien sufre una limitación severa de movilidad y va en silla de ruedas, no puede abrir la puerta del portal y espera a que algún otro vecino o un transeúnte le ayuden para poder entrar a su casa.

Ha ganado en atención porque el Ayuntamiento le proporciona asistencia a domicilio para comida y limpieza, pero su mayor preocupación ahora es que la renta que paga no se ajusta a lo estipulado el año pasado en el contrato de alquiler. Con una pensión de Incapacidad Permanente Absoluta de 763 euros mensuales afronta un alquiler de 303 "este mes me lo han subido", afirma, y además paga otros 80 euros por mantenimiento y limpieza de la escalera. En el contrato que firmó con el Ibavi la renta mensual se fija en 218,03 euros y este inquilino afirma no entender por qué no se le adecúa el alquiler a sus ingresos. El malestar es mayor porque señala que ha intentado contactar con el Ibavi para obtener explicaciones pero no lo ha logrado. "Te dicen que te dirijas a Palma pero luego allí no cogen el teléfono, o que hagas una reclamación", afirma, pero de momento no ha logrado que nadie le atienda.