Domenico, junto a su hija Paola, falleció el 24 de febrero de hace un año.

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Paola Marcorini, italiana residente en Es Migjorn, perdió a su padre, Domenico, que residía con ella en la localidad del centro de la Isla, hace algo más de un año, de una forma repentina, cuando acababa de ingresar temporalmente en la Residencia Geriátrica que tutela el Consell en Maó. Desde entonces asegura que todavía no ha podido conocer cuál fue la causa de su fallecimiento y se muestra dolida porque estima que el contenido de los informes médicos que le entregaron no aclaran el motivo de la muerte de su padre.

«Era mayor, por supuesto, tenía 97 años y un enfisema controlado, pero era una persona fuerte», relata. Ella tenía que viajar a Italia esa misma semana durante 15 días, y de acuerdo con él, decidieron que se quedara en el Geriátrico del Consell, como ya había hecho en otra ocasión, dado que se había encontrado a gusto y ya conocía a varias personas, tanto residentes como personal del centro.

Recuerda Paola que su padre falleció el 24 de febrero. Pero fue apenas un día después de su ingreso en el Geriátrico el miércoles anterior, cuando tuvo que ser traslado al Hospital porque tenía dificultades para respirar, «según la explicación que me dieron».

Su cuidadora habitual había acudido a visitarlo esa mañana, incluso le había sacado a pasear por el entorno de la Residencia, pero el personal advirtió sus problemas para respirar cuando pasó por su habitación tras la comida, a la hora de la siesta.

El informe del Hospital Mateu Orfila, explica su hija, indica que el paciente había ingerido algún sólido o líquido que se había desviado a sus pulmones, «pero esta explicación no aclara lo que sucedió». Paola Mercorini cree que a su padre le sucedió alguna circunstancia que complicó su estado, que hasta entonces era estable, «pero es una suposición».

La hija del fallecido no se ha mostrado satisfecha con los informes médicos que le fueron proporcionados, por lo que ha puesto el caso en manos de abogados, «no para obtener un rédito económico, sino porque hace un año que murió mi padre y aún no sé por qué».

La voluntad de Paola, no obstante, ha chocado con la ausencia de forenses en la Isla que estén dispuestos a realizar este tipo de peritaje a partir de los informes médicos para determinar si pudo existir algún tipo de negligencia.