La presidenta Susana Mora, ante la mirada de Carlos Salgado, realiza una consulta con la secretaria antes de comenzar la sesión | Josep Bagur Gomila

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Ha pasado casi un siglo y el relato de la Guerra Civil tiene tantas versiones como memorias. El homenaje a cuatro republicanos hace tres semanas en el cementerio de Maó ha sido el último episodio para rescatar un debate que no se cerró, como pudo parecerlo, en el periodo de la Transición o, en todo caso, se ha reabierto después con más interés.

«No entendemos cómo asistió a ese acto, si se hubiera informado bien...», interpeló Carlos Salgado, portavoz popular, a Susana Mora, presidenta del Consell. «Nos sorprendió sobremanera verla allí, no entendimos su presencia. ¿Se informó la señora presidenta de la biografía de esas cuatro personas?», añadió.

Fue el comienzo de un debate que aun realizado desde la lejanía temporal y personal sigue suscitando incomodidad. «El problema que tenemos como sociedad es no querer hablar de nuestra historia y cerrar las heridas», contestó la presidenta, quien advirtió que ella no había vivido la Transición, «etapa en la que se había realizado un gran esfuerzo por superar el enfrentamiento», había dicho Salgado.

El recuerdo de Mora, quien no formó parte de esa etapa, fue un trabajo en cuarto de ESO sobre la Guerra Civil «y padres y abuelos nos decían: Está pasado, ya no hablamos de eso», señaló.

«Se la han colado. Le ha faltado prudencia y ponderación a la hora de decidir. O no se ha tomado la diligencia debida para saber a quién se honraba o, si lo sabía, ha sido un ejemplo de sectarismo», continuó Carlos Salgado.

«Diligencia, toda e informada perfectamente también», le contestó Susana Mora, «iba a un acto de reconocimiento a cuatro personas olvidadas por la historia y de las que sus familias desconocían el paradero de sus restos». Argumentó la presidenta que se trata de recuperar la memoria histórica «y poner a las personas a la misma altura con respeto a las que perdieron la vida en un bando o en otro».

No es plato de buen gusto hablar todavía hoy de estos controvertidos episodios de la historia, admitió Salgado. ¿Fueron los autores, al menos algunos de ellos, de las «sacas del Atlante»?, como calificó aquellos fusilamientos.

«No hemos querido ofender a nadie sino recordar a cuatro personas», agregó Mora, quien reiteró la duda no verificada sobre el motivo de su condena, «fueron juzgados y condenados injustamente. In dubio pro reo».

El argumento fue rebatido por Salgado porque incluso recurrieron la sentencia, que fue revisada, mientras que 75 prisioneros del Atlante fueron fusilados sin juicio previo y sus verdugos se jactaban después de la masacre cometida.

El conseller popular retó a la presidenta a que, en reciprocidad, organizara un recuerdo a las víctimas del Atlante ante la oportunidad del 84 aniversario que se cumple esta semana. «La memoria histórica es una cosa y la historia otra», concluyó.