Barco de Trasmediterránea en el puerto de Maó | RL

TW
0

El puerto de Maó alcanzó el año pasado la mayor cifra de pasajeros de líneas regulares desde 2011, el punto de inflexión que marcó el estreno del dique de Son Blanc en Ciutadella, según los datos que acaban de divulgar Autoridad Portuaria de Balears y el Ibestat. Durante 2019, embarcaron o desembarcaron en la ciudad 141.218 viajeros, lo que supone un incremento del 19 por ciento respecto de un 2018 en el que se había producido una ligera caída. Esta circunstancia, añadida al constante crecimiento del tráfico en el dique de Son Blanc, arroja un ejercicio sin precedentes en el movimiento marítimo de pasajeros en la Isla que por primera vez supera la cifra de los 600.000 usuarios.

En el año 2010, el último sin la competencia del dique de Ciutadella, el número de pasajeros de líneas regulares en el puerto de Maó rondaba los 200.000, pero con la nueva infraestructura en el poniente insular bajaron de inmediato a 127.504 en 2011. Tras alcanzar el punto más bajo de actividad en 2013, con 114.392 pasajeros, las cifras han experimentado una tendencia al alza que acaba de alcanzar su punto más alto.

Cruceros

Este crecimiento significativo del volumen de pasajeros de líneas regulares en el puerto de Maó coincide con la escalada en el puerto de Ciutadella, que el año pasado experimentó un incremento del 2,1 por ciento para situarse en los 476.287 pasajeros. Así las cosas, entre los dos puertos, el incremento fue de 33.057 usuarios, un 5,6 por ciento más, para alcanzar los 617.505 pasajeros.

En cuanto a los cruceristas, resulta descatable el declive del puerto de Maó, puesto que la llegada de este tipo de turistas se quedó en menos de la mitad, 43.757, en 2019 respecto al año precedente. Al hecho de que vinieron menos barcos (64 por 97), se suma que estos fueron de mucha menor eslora y capacidad, lo que ha provocado una caída de mayor calado.