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El GOB ha presentado una serie de alegaciones al Catálogo de Caminos de Ciutadella poniendo el acento en regular y prever una gestión efectiva de los espacios que registran crías de animales y requieren un mínimo de tranquilidad.

El grupo ecologista explica que la presencia de personas en enclaves donde no había actividad humana tiene efectos sobre la fauna y, a veces también sobre el terreno. Las prácticas como el senderismo, el ciclismo, la escalada o el caiac pueden causar «un perjuicio irreversible» a los valores que se quieren conservar. Este impacto «debe preverse y minimizar». Indica que «al igual que lo que pasa con la pesca y la caza que tienen períodos de veda, el acceso al medio natural debe identificar las zonas frágiles y debe regular la presión humana durante las épocas de cría».

El GOB propone identificar los espacios más frágiles y que se pueden ver afectados por el tránsito no regulado de personas; establecer un régimen temporal, durante la época de cría, de cierre al público de accesos; planificar un programa de señalización e incentivos para conducir a la gente hacia los itinerarios que se quieran priorizar; y analizar posibles desvíos de trazado en los casos que haya vías que transcurran por espacios frágiles.