Sebastià Triay y Antonia Amorós, en la obra de los dos nuevos hoteles en Son Carrió | Gemma Andreu

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Con una experiencia profesional de más de 40 años en el sector turístico que les avala, el patrimonio de Sebastià Triay Fayas (67), y de su mujer, Antonia Amorós Salord, sigue creciendo en dos direcciones distintas pero, a la vez, estrechamente ligadas.

El proyecto familiar de dos nuevos hoteles, ahora en construcción, en la zona de Son Carrió que una vez acabados deberán sumarse a los siete que ya se encuentran en su lista de propiedades, por una parte. Y la adquisición de tres llocs, por otra. Dos de ellos en octubre del año pasado, y el último, hace apenas un mes.

«Comprar S’Aranjassa no estaba en nuestros planes», explica Fayas, haciendo referencia a la última explotación adquirida. Tras ponerse a la venta la citada finca situada en Es Mercadal, fue el payés, cuya familia lleva 80 años en la misma, quien recurrió a Fayas para que llegara a un acuerdo con su antiguo propietario. «No fuimos muy difíciles de convencer y 48 horas después ya habíamos firmado un acuerdo», señalan Fayas y Amorós. Eso sí, reconociendo que el campo siempre ha sido su «debilidad», por lo que no es de extrañar que un año atrás ya se hicieran con Biniatzem, en Es Migjorn Gran, y Son Marc, en Ciutadella.

«Nuestros negocios turísticos han funcionado y ahora queremos reinvertir los beneficios en el campo», confiesa Sebastià, con el firme compromiso de que sus ganancias serán de nuevo invertidas en la Isla y en sus tierras.

Por otra parte, tiene clara la idea de que su inversión en el campo no está ligada a un tema económico sino que es más bien fruto de cuestiones más sentimentales y de arraigo, dado que la rentabilidad del sector, ahora mismo, es baja y con márgenes de beneficios escasos. «Hoy en día el campo no es rentable y el objetivo no está en ganar sino en mantenerse», afirma.

Aún así, es de destacar que la producción en cada una de las fincas es también aprovechada en sus establecimientos hoteleros. «Hemos diversificado la producción y la estamos utilizando para el consumo en nuestros hoteles. Así lo hemos hecho en Biniatzem y en Son Marc, y así lo haremos en S’Aranjassa». En Biniatzem se produce queso de muy buena calidad, Son Marc es un gran productor de carne y ambas cuentan con una tierra de óptimas condiciones, donde la estivada es excepcional, indican Fayas y Amorós.

En cuanto a los planes para S’Aranjassa, lo primero es la modernización de sus infraestructuras. «Es una necesidad urgente y estamos elaborando un proyecto para hacerlo», afirma Fayas, que aunque reconoce que ahora les espera una «buena» inversión, «la satisfacción moral» de haber comprado esta «emblemática finca menorquina» es inmensa.

Más ‘sagitarios’

Sagitario Gran y Petit Sagitario son los nombres con los que tienen pensado bautizar a sus dos nuevos hoteles, de 263 y 99 plazas respectivamente, en Son Carrió. A día de hoy resulta todavía complicado hablar de fechas de apertura aunque manifiestan que «Sant Joan sería una buena época, aunque lo vemos muy difícil, por no decir imposible».

A pesar de que Fayas asegura que esta temporada ha sido peor que la anterior, con un 15 por ciento menos de facturación, explica que se trata de un proyecto familiar con el que se encuentran especialmente ilusionados. «Se trata del primer hotel en el que nuestros hijos también serán propietarios», dice Amorós.

Sin desprestigiar a las cadenas hoteleras de fuera de la Isla, Fayas incide en la importancia de la participación menorquina en los negocios turísticos. «Es necesario que los menorquines tengamos participación en el turismo y que los beneficios que se generen de él puedan reinvertirse en la Isla», concluye.