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En 1984, el grupo dirigido por Gabriel Escarrer –que hoy conocemos como Meliá Hotels International- resultó adjudicatario por pública subasta, de los dos hoteles de Hotasa, la rama hotelera del grupo RUMASA situados en la playa de Son Bou.

Los hoteles de Son Bou Milanos y Pingüinos llevan casi cincuenta años aportando vida y prosperidad a buena parte de la población de la zona, gracias a los ingresos del turismo y a los más de 140 empleos que como media mantienen.

La sociedad ha evolucionado mucho en estas cinco décadas, y aún más en un sector, como el turístico, que debe anticiparse cada día a las expectativas y experiencias de sus clientes. Y hoy, el establecimiento conocido como hotel Milanos Pingüinos requiere de una modernización y una amplia renovación para cumplir las expectativas del nuevo perfil de turismo de calidad que queremos en Menorca.

Propuesta realista y viable
Nos falta abordar el reto más importante, para nuestra compañía y para toda Menorca: la reforma y transformación de los hoteles Milanos Pingüinos en Son Bou, para reposicionarlos en hoteles de cuatro estrellas superior, y para su paso a cinco estrellas más adelante.

En este proyecto implementaremos toda la experiencia de los resultados obtenidos en actuaciones similares donde hemos mejorado el modelo de gestión de hoteles de tres estrellas y todo incluido, creando hoteles que hoy ya son referentes por su oferta y servicio de calidad. Sólo en los hoteles de Menorca las reformas llevadas a cabo han logrado que el gasto medio diario del nuevo perfil de turista en su estancia en la isla aumente entre un cincuenta y un cien por cien, contando su consumo en el hotel y lo que gasta fuera del hotel.

Con este enfoque de reforma progresiva Meliá Hotels International presentó, en junio de 2017, un proyecto de reforma integral con una reducción del impacto visual paisajístico de los edificios (un 15,4 por ciento menos de pantalla lateral), eliminando 98 habitaciones en plantas altas y recuperando parte de las mismas en plantas inferiores, siendo este el primer paso necesario para una reducción de alturas e impacto paisajístico.

La actuación contempla un aumento del tamaño de la mayoría de las habitaciones para poder elevar la categoría del establecimiento a cuatro estrellas superior, incorporando suites y habitaciones familiares. El hotel resultante llevaría la marca Meliá, estándar superior a la marca Sol, y el inventario de habitaciones quedaría reducido a 527, en línea con el objetivo de buscar la calidad, antes que la cantidad, del turismo que nos visite.

Este proyecto, presentado al amparo de la Ley General de Turismo, está concebido para recoger una importante mejora, como muestra de la firme voluntad de seguir transformando el destino, pero en una manera realista y viable que la compañía pueda afrontar, y alineado con el plazo de tiempo previsto para cambios de planeamiento. En paralelo con la solicitud de reforma inicial, Meliá lleva tiempo dialogando con las administraciones públicas menorquinas para buscar un mecanismo y, en una segunda fase de reformas, reducir aún más el impacto paisajístico del hotel, siempre y cuando la próxima revisión del PTI, permita construir en baja densidad en los dos solares adyacentes a los edificios, también propiedad de Meliá, y cuya edificabilidad fue transferida a una tercera línea en la última modificación del PTI.

En esta segunda fase y siempre que la ordenación futura lo permita, la Compañía eliminaría lo que queda de edificación en las plantas más altas, reubicando las habitaciones perdidas en altura a dichas áreas en plantas bajas, ampliando los espacios destinados a zonas comunes, lo que nos facultaría a un segundo aumento de categoría hasta cinco estrellas, convirtiendo el hotel resultante en uno de los establecimientos de referencia de todas las islas Baleares. De poder acometerse este plan, la inversión de Meliá Hotels International en la primera fase de reforma sería aproximadamente 38 millones de euros, y en la segunda fase otros 15 millones. Asimismo, Meliá habría elevado unas 1.850 plazas a 5 estrellas, lo que supondría multiplicar por 13 veces el inventario actual de 5 estrellas en la isla.

La mejora del destino, en juego
A pesar de que la solicitud de licencia para acometer esta primera fase de reforma fue informada favorablemente el pasado mes de noviembre por el Consell insular de Menorca, al cumplir los parámetros legales y quedar amparada en la Ley General de Turismo, el Ayuntamiento de Alaior, único competente para otorgar la licencia de obras, demoró su resolución.

Este pasado 12 de julio el pleno municipal resolvió dejar en suspenso la concesión de la licencia, y con argumentos que en el último minuto han salido la luz, y que traen como resultado no la denegación de la licencia, sino la demora en su obtención un año más. Las tesis de una supuesta irregularidad en la concesión de la licencia original de los edificios, en el año 1971 (¡!), ahora argumentada por algún informe recientemente aparecido pondrían en riesgo toda la inversión.
Se entiende que esta decisión municipal responde al temor de que la reforma solicitada suponga la permanencia a largo plazo de las torres en su altura actual. Pero el efecto es justamente el inverso porque la compañía teme que el bloqueo de esta primera fase por el Ayuntamiento impida reconfigurar las torres, lo que obligará a continuar operándolas en su forma actual, como un hotel de tres estrellas y todo incluido, al no poder acometer esta transformación por fases, y mejorar sus estándares de calidad.

Equilibrio y valor social
Como ya ha demostrado en otros puntos del Mediterráneo, la inversión que Meliá propone realizar en Son Bou, unida a su experiencia en reposicionar destinos pioneros, repercutirá de forma positiva en la calidad de la vida de la zona, con la ampliación de la temporada, mayor número de empleos y de mayor calidad (los hoteles de 4 y 5 estrellas emplean a un mayor número de personas), y la dinamización de la oferta complementaria y extra-hotelera de la zona, al eliminar la fórmula de «todo incluido». Todo ello repercute en clientes que consumen y gastan más en el destino. Solo en Cala Galdana, se estima que la transformación del hotel Meliá ha generado un gasto en el destino superior a los dos millones de euros. En el caso de Son Bou nuestra estimación es que este importe alcanzará los tres millones de euros, con una media de unos 16.000 euros diarios en los negocios de pymes de la zona. Esta nueva inyección de consumo dinamizará e incentivará a este tejido empresarial a invertir en mejoras de su producto, con el impacto de círculo virtuoso para todos los actores sociales.

El proceso de transformación física implicará una transformación en el modelo de distribución de valor, y gestión turística. ¿En qué consiste este cambio? El turismo en Menorca históricamente ha venido en su casi totalidad de la tour operación principalmente británica, cuyas empresas ponen los aviones, los autocares y la gestión del turista desde su compra de vacaciones en su país de origen. La evolución hacia el turismo digital y de calidad, en el que Meliá es una empresa líder, supone un mayor equilibrio entre clientes directos y tour operación, lo que fomenta un mercado más abierto de transporte aéreo y marítimo, promueve y protege una mejor conectividad para los turistas y los residentes, y un mayor uso de servicios locales de transporte, como taxis.

Todo ello propicia un modelo turístico más diversificado, equilibrado, y más robusto, ante la inevitable transición a momentos menos boyantes que el actual.

Proyecto integrado y sostenible

Este «bucle virtuoso» detonaría tras la segunda fase de transformación de estos hoteles y se completaría con un proyecto definido desde el primer momento para responder a los retos de Menorca como destino referente en sostenibilidad, incluyendo estos cuatro ejes para el proyecto de Meliá Hotels en Milanos-Pingüinos:
1. Diseño inteligente: con aprovechamiento bioclimático, materiales sostenibles, instalaciones ecoeficientes y recuperación de recursos.
2. Gestión responsable: que tenga en cuenta los recursos naturales, las emisiones de CO2, el compromiso con el tejido industrial y social local, la movilidad sostenible y la contribución socioeconómica
3. Tecnología e innovación aplicada a la sostenibilidad
4. Personas: Alianzas locales, empleabilidad, integración social y laboral, formación y divulgación.

«Fundamentos técnicos y jurídicos sólidos»

La legalidad de la reforma del establecimiento Milanos Pingüinos, al amparo de la Ley General de Turismo, es incuestionable. La normativa en vigor al momento de la presentación de la solicitud del permiso de obras da completa y perfecta cobertura a las obras de mejora y modernización solicitadas.

Así lo entendió el Consell Insular de Menorca en el dictamen preceptivo y vinculante emitido en diciembre del año pasado y así, creemos, debiera haberlo entendido el Ayuntamiento de Alaior. Sin embargo, la manifiesta voluntad de la alcaldía de proceder a la suspensión del proceso de otorgamiento de esta licencia ha desencadenado en las últimas semanas, tras meses de inexplicable silencio, un acelerado proceso administrativo que, tras la elaboración de informes cuyo contenido y argumentos serán rebatidos en la sede oportuna, ha desembocado en una suspensión finalmente basada en consideraciones atropelladas y carentes de fundamentos técnicos y jurídicos sólidos.

Quienes elaboraron esos informes parecen haber dejado de lado que los edificios fueron realizados conforme a la ordenación vigente en su momento y que, contra las presunciones de las que hacen gala, hay cien argumentos y pruebas que así lo avalan. Podemos empezar por el simple hecho de que esa legalidad no sólo ha sido indiscutida en los cincuenta años que van desde su construcción, sino recogida expresa y detalladamente en los propios instrumentos de ordenación del Ayuntamiento de Alaior durante medio siglo. Parecen querer obviar el hecho de que la Ley General Turística en vigor en el momento de la solicitud (especialmente la disposición adicional cuarta) imperaba sobre la regulación urbanística.

Cualquier obra de reforma y modernización al amparo de la normativa turística citada puede ser polémica, pero desde la compañía que represento siempre hemos estado dispuestos a facilitar cuantas aclaraciones e informaciones adicionales fueran necesarias. No creemos que el silencio, primero. y la suspensión después, jueguen en favor de una corporación municipal que, es obvio recordarlo, debe actuar desde el más absoluto respeto al principio de legalidad.

Un compromiso firme de inversión y creación de valor para Menorca

Meliá Hotels International ha desarrollado importantes procesos de inversión durante estos últimos años, transformando nuestros hoteles más emblemáticos del Mediterráneo.

Estos procesos han tenido muy en cuenta un destino único como la isla de Menorca y como ejemplos de esta transformación de los que nos sentimos orgullosos son el Meliá Cala Galdana, en Ferrerías, a punto de convertirse en cinco estrellas; el Sol Falcó en Ciutadella; y el Sol Beach House Menorca, en Es Migjorn.
En estos hoteles la compañía ha invertido ya más de 22 millones de euros en los últimos tres años, importe que se elevará a más de 27 millones al finalizar 2019, una vez se complete la inversión en el hotel Sol Beach House Menorca.

Este esfuerzo y su consecuente mejora de producto, ha permitido, en el caso del Melia Cala Galdana aumentar la plantilla media en un cincuenta por ciento, lo que supone cerca de 50 nuevos empleos, todos ellos con una mejora de sueldos y condiciones laborales al aumentar la categoría de los hoteles, cumpliendo convenio colectivo; y ha posibilitado el aumento de compras en proveedores locales superior al 200 por cien. Todo ello sin añadir la creación de empleo en invierno, en puestos directos e indirectos generados por las reformas.