El conseller de Medio Ambiente Vicenç Vidal, y la directora general Joana María Garau asistieron ayer a la Junta Insular. | Javier Coll

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Las primeras alarmas se han encendido entorno a la situación de las masas subterráneas de agua que hay en la Isla. Los datos del Govern atestiguan que cuatro de las seis fuentes hídricas vigiladas ?Maó, Ciutadella, Addaia y Tirant? se encuentran en mal estado por la sobreexplotación o la presencia de nitratos, principalmente. Las otras dos restantes ?Es Migjorn Gran y Sa Roca? registran una situación de riesgo. No se escapan a la evolución negativa, pero su estado actual no deja entrever un futuro tan conflictivo. Ante esta tesitura, el Govern ha decidido tomar cartas en el asunto. Así, ayer se convocó en la Sala Multifuncional de Es Mercadal a la Junta Insular del Agua, un organismo que cuenta con un total de 21 vocales que representan a las administraciones autonómica, insular y local, a la Universitat de les Illes Balears (UIB) y a entidades ecologistas, de usuarios agrícolas, regantes y gestores de aguas urbanas.

El encuentro contó con la presencia del conseller de Medio Ambiente del Govern, Vicenç Vidal, y de la directora general de Recursos Hídricos, Joana María Garau. Ambos portavoces detallaron a los presentes las medidas que podrían aplicarse en Menorca durante la ejecución de la revisión anticipada del Plan Hidrológico de Balears.

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