Es una tendencia generalizada en todas las Islas, aunque es en Menorca donde reina un mayor pesimismo. Tanto en Mallorca como en las Pitiüses el porcentaje de ciudadanos que creen que habrá más turistas (en torno al 90 por ciento), más beneficios empresariales (80-81%) y una mejoría social (20-21 por ciento) es mayor que en Menorca.
Menorca también es la Isla que menos importancia le da al turismo como motor económico. Aun así el 43 por ciento cree que su principal fortaleza es que es la base de nuestra bienestar (por el 48 por ciento de la media balear) y el 19 por ciento que considera su importancia por los puestos de trabajo que genera (22 por ciento en Balears).
En cuanto a puntos débiles, en el caso de Menorca el principal problema es la excesiva estacionalidad (92 por ciento), seguido de la ocupación de territorio e infraestructuras (87 por ciento), la dependencia de la actividad turística (79%) y un empleo de baja calidad (73 por ciento).
El informe de Gadeso niega la «leyenda urbana» de que exista en las Islas «turismofobia», Aunque eso sí, alerta de que «hay una sensación solida que asistimos a un peligro de saturación de nuestras infraestructuras y servicios». Para el 78 por ciento de los encuestados se está saturando el territorio. El problema se centra principalmente en las carreteras principales (para el 77%), en el consumo abusivo de recursos (76%), y en las playas y sus accesos (74%).
10 comentarios
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Directamente, no vivo del turismo, no seré yo quien los defienda, pero al que cree que es dinero facial, están tardando en dedicarse a empresario hotelero. Que monten ellos un negocio y a ver cómo pagan al,personal, después hablamos.
Que se lo,digan a los que gracias a mayor turismo tienen un empleo. Si, no veo,porque no puede ser el motor de la economía, que lo es, pero el motor de,la economía no puede cambiarse por decreto o,subvención. A me gustaría que Menorca fuera un sillicon Valley, pero viendo como piensan mis conciudadanos y teniendo una mala,universidad y el mayor abandono escolar de España, es complicado ser una potencia en algo.
Los beneficios se los reparten los cuatro capitalistas y las migajas para el pueblo. Ahora la factura, de destrozos y efectos colaterales de la masificación turística son para el pueblo. No se trata de menorquines o no, cualquiera que ama la isla esta en contra de ese turismo, solo los "parásitos" les da igual el futuro de Menorca, sean de donde sean.
Prefiero menos turistas, pero de mayor calidad
RESERVA DE LA BIOSFERA = LA GRAN MENTIRA
Si los políticos de esta isla fueran más inteligentes, hicieran bien sus deberes y obligaciones y se preocuparan más de Menorca ,siendo RESERVA DE LA BIOSFERA .Tendrian que hacer balanza de los gastos y estropicios que acarrea la masificación al final de la temporda. Que es lo que se gana y lo que hay que invertir después. Como un buen mantenimiento de depuración de aguas residuales,limpieza de las playas,agua potable que es escasa,limpieza de cami de cavalls,urbanizaciones(que el cuidado brilla por su ausencia) limpieza de pueblos y ciudades que aparte de Ciudadela lo demás da pena, y un etc.etc.de deficiencias y porqueria que deja la masificación.Pues no hay vigilancia en ninguna parte. Y todo esto el ciudadano tiene que verlo , protestar y obligar a que se solucionen los problemas para el bien ciudadano.Que nosotros si pagamos nuestros impuestos.Y no vemos el resultado como deberia ser.
Cuando baje el turismo y se queden sin trabajo, después lo percibirán.
Cuatro desaprensivos cambiaran el todo terreno y pasaran enero en Bali. Desaprensivos porque lo haran a costa de la tranquilidad y la calidad de vida de todos los menorquines. Los demas no tendran mas que la basura y el incordio. Turismo=miseria.
No deja de ser curioso que en un sector donde las condiciones laborales son más precarias, es donde se encuentran las mayores fortunas empresariales del país.
Se olvidan los encuestadores de que Menorca en su dia vivía, muy bien por cierto, de otras actividades menos intrusivas y más productivas: calzado y bisutería. Pretender vender a unas cuantas generaciones, todavía vivas, la panacea de un turismo consumidor de recursos a "toda máquina y toda vela" que sólo ofrece trabajo temporal y malpagado, subida indiscriminada de alquileres, playas, playitas y playetas abarratodas (uno se encuentra turistas en cualquier sitio) no es precisamente que "dios les vaya a ver". El turismo está muy bien como complemento de la economía y para que las personas puedan descansar unos días en bellos lugares, pero convertir esta actividad en el motor de una economía es de padecer una gran ceguera y una gran cagada. Los turistas como vienen se van.