Algunos profesionales inspeccionando el interior de la cueva hace más de cuatro años

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El proyecto de abrir al público las cuevas de Cala Blanca da un nuevo paso adelante, que puede ser definitivo. El Consell tiene previsto instalar unos sensores en la cueva para conocer la morfología y geología del espacio. La actuación se llevará a cabo, en principio, la próxima semana, pese a que el Ayuntamiento de Ciutadella todavía no tiene la confirmación definitiva. Así lo hizo público el equipo de gobierno del Consistorio en el pleno municipal celebrado el pasado jueves.

La instalación de estos sensores supone el comienzo de los estudios geológicos imprescindibles para que las cuevas se habiliten y puedan acoger visitantes en un futuro. El objetivo es conocer con detalle la composición del subsuelo y descartar la presencia de gas u otros elementos que supongan un riesgo para la salud. De hecho, tal y como afirmó el concejal José López, dicho informe determinará si las cuevas pueden abrirse o no al público.

De manera paralela se está tramitando la modificación puntual del Plan Especial de Ordenación Urbanística (PGOU) para poder acoger este tipo de actividad, algo que no se previó en la antigua legislatura y que, junto a otros imprevistos, ha contribuido a demorar todo el proceso.

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