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El vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló, ha asegurado este martes en el pleno del Parlament que el impuesto turístico, que se aprobará en 2016, no discriminará a ninguna isla, ya que, según ha explicado, «la distribución de fondos se hará independientemente de la recaudación».

Así lo ha señalado en respuesta a una pregunta formulada por la diputada del Grupo Parlamentario Popular, Margaret Mercadal, quien ha censurado que únicamente se eximirá del cobro a los cruceros con base en Palma, es decir, que empiezan y acaban el viaje en la capital balear, una posibilidad que «de momento» no existe en el resto de las islas.

Según ha explicado la diputada popular, la premisa que se establece en el borrado del futuro impuesto, de que los cruceros que tengan como base las Islas Baleares no pagarán, «sólo beneficiará a Mallorca», lo cual ha generado «el rechazo de la patronal del sector náutico de Menorca, porque la medida penaliza la esta isla», ha remarcado. El vicepresidente ha respondido que cualquier compañía puede tener su base en cualquier isla del archipiélago.

Mercadal ha lamentado el «centralismo isleño puro y duro de Mallorca» y ha mostrado la oposición del PP al nuevo impuesto.

Por último, Barceló ha insistido en lo fundamental es conseguir que haya recursos «para todas y cada una de las islas», para que se puedan lograr fondos para destinarlos al cuidado y mantenimiento del entorno ambiental.