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Normalidad sería la palabra que puede definir el segundo encuentro que los Reyes, don Felipe y doña Letizia, mantienen con una nutrida -y ampliada- representación de la sociedad balear. La recepción también tiene una importante vertiente mediática, la que muestra la cercanía de los Monarcas con los ciudadanos que esperan pacientemente su llegada al Palau de l'Almudaina. Anoche no fue una excepción y al descender del vehículo, en el que también viajaba la reina emérita doña Sofía, la pareja real saludó a todo cuanto residente o turista ocupaba la primera fila de la línea de seguridad mientras los teléfonos móviles trataban de inmortalizar el momento.

A unos cientos de metros, frente a la sede del Consell, una treintena de republicanos dejaban constancia de su rechazo a la presencia de los Reyes en la Isla. La concentración no registró ningún incidente.

El contacto de los Reyes con políticos, empresarios, médicos, cocineros (con estrella), pintores, periodistas y humoristas -por citar sólo algunas de las ramas profesionales asistentes- congregó a cerca de cuatrocientas personas, las cuales aprovecharon para lucir sus mejores galas, aunque sin grandes alardes. El aire que soplaba en el exterior del Palau de l'Almudaina ayudó a paliar el bochorno de la tarde mientras se procedía a su minuciosa identificación.

En este contexto, las ausencias -propiciadas desde las filas de Més y Podemos, a las que se sumó también el GOB y OCB- han quedado en meras anécdotas, en gestos a la galería que habrán dejado satisfechos a los más convencidos de que rechazar la invitación aporta más réditos que acudir a las terrazas de la Almudaina. Debió ser para compensar, pero la representación del Partido Popular no parece que tuviera bajas importantes. No faltó nadie, desde Cort al Parlament y pasando por el Consell.

El socialismo balear, justo es reconocerlo, quiso ser más comedido en su asistencia.

No faltó la representación menorquina, con una importante cuota institucional y otra empresarial. Asistieron la presidenta del Consell, Maite Salord; el conseller del Govern Marc Pons, la senadora Juana Francis Pons Vila, el diputado Juan Carlos Grau y el rector de la UIB, Llorenç Huguet. La vertiente económica contó con Magda Pons-Quintana, Juan Carlos Fernández de Salort, Úrsula Mascaró y Luis Casals, nuevo presidente de ASHOME. En representación de Editorial Menorca asistieron Carme Serra y Josep Pons Fraga. El general Luis Alejandre; José María de Olivar, barón de Lluriach, y Andreu Hernández, gerente de la Fundació de Persones amb Discapacitat de Menorca, también acudieron.