Seis de cada diez coches vendidos se acogen a la ayuda del plan PIVE

«Retirarlo ahora sería un desastre», afirma el presidente de la Asociación de Concesionarios del Automóvil de Menorca, Orestes Carreras. «El mercado no está como para quitarlo, el sector está en recesión desde hace muchos años, y todas las ayudas a la venta nos parecen bien, aunque nos gustan más otras fórmulas».

Desde la entrada en vigor del primer plan PIVE en octubre de 2012 se han beneficiado de la ayuda 1.499 vehículos en Menorca, según datos del Gobierno central a 24 de noviembre de 2014 ofrecidos a raiz de una pregunta formulada por la senadora por Menorca Juana Francis Pons Vila (PP). El Estado aporta 1.000 euros de cada ayuda (la otra mitad corre a cargo del concesionario), que sube a 1.500 euros en determinados supuestos. Así las cosas, el dinero que el Gobierno ha aportado a la Isla a través del PIVE asciende a 1.516.843 euros.

Los vehículos adquiridos que se han acogido al plan PIVE suponen, aproximadamente, entre un 60 y un 65 por ciento del total de las unidades vendidas en la Isla en este periodo. Entre 2013 y 2014, y según los datos de la patronal, los concesionarios de la Isla vendieron 2.225 coches, a los que para realizar el cálculo habría que sumar algo menos de 200 del último trimestre de 2012 y restar, más o menos, un centenar de diciembre de 2014. La mitad de las ayudas del plan PIVE se han concentrado entre febrero y finales del año pasado.

Positivo

El atractivo del PIVE es incuestionable. Orestes Carreras destaca su «efecto psicológico» ya que «quien tiene un coche, aunque sea muy viejo, quiere sacar alguna cosa. Y esto es lo que ofrece el plan, porque el descuento por nuestra parte siempre está allí, prácticamente todos los coches a la venta tienen promoción». Carreras advierte que retirar el PIVE supondría frenar de nuevo las ventas, «con lo que supone de menor recaudación por IVA».

La senadora Juana Francis Pons Vila también valora de forma positiva el impacto que ha tenido el plan PIVE, «ha ayudado a renovar el parque automovilístico, lo que permite reducir el consumo energético. Además tener coches más modernos en las carreteras aporta más seguridad, y se ha generado más movimiento económico, con más ventas y más producción, creando puestos de trabajo en España».

La aprobación de hasta seis ediciones del PIVE (de la séptima ya se han agotado buena parte de los fondos mediantes reservas pese a no estar en vigor) demuestra para Pons Vila «que ha ido, es un ejemplo claro de colaboración público/privada, un ejemplo de éxito en este sentido».