Las piedras que recuerdan el granito que debían transportar en Mauthausen, cubiertas de negro | Paco Sturla

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Tres hombres, vestidos de negro y encapuchados, cubrían con tela negra y con alambre espinoso las tres piedras en recuerdo de los tres menorquines fallecidos en el campo de concentración de Mauthausen. Era la escenificación del dolor que sufrieron Josep Caules, Manuel Marquès e Ignasi Moll, víctimas del holocausto nazi, y que ayer fueron recordados en Ciutadella.

Unas 80 personas asistieron al acto de recuerdo de estas y todas las miles de víctimas del régimen alemán. Durante los parlamentos, Luis Camarero (CGT), la asociación Amical Mautthausen y el historiador Eduard Planes (en boca de Joan F. López) advirtieron que aún a día de hoy continúan produciéndose genocidios, e incluso están resurgiendo nuevas formas de fascismo. Ante este panorama, apuntaron que «actos como los de hoy sirven de homenaje a las víctimas, pero también deben fomentar la reflexión y una enseñanza para las generaciones actuales».

En materia educativa, el historiador criticó que la Ley Wert elimina de la asignatura de historia la persecución que sufrieron en Alemania los republicanos antifascistas españoles. «No debemos olvidarlos, porque si lo hacemos, los estaremos asesinando por segunda vez», defendió.

El acto concluyó con una ofrenda floral. El alambre que rodeaba las tres piedras fue roto. La tela negra seguía allí, como recuerdo imborrable de lo sucedido en Mauthausen.