Casi la mitad de los negocios turísticos asociados a PIME, la patronal de la pequeña y mediana empresa de Menorca, aseguran que esta temporada que termina han visto disminuir su facturación respecto al año pasado y son solo el 21 por ciento los que dicen justamente lo contrario.
Un balance que la patronal achaca a la caída en las llegadas a la Isla de los principales clientes de la llamada oferta complementaria, los italianos (-11.456) y, sobre todo, los españoles (-29.097): «El incremento de turistas extranjeros no parece haber compensado esa pérdida vistos los resultados».
Ante ese panorama, desde PIME se insistió ayer en la necesidad de «articular fórmulas que permitan potenciar el alquiler turístico de viviendas que cuenten con cédula de habitabilidad», una vieja reivindicación que hasta el momento ha caído en saco roto, pero en la que la patronal insiste.
Entre su argumentación se encuentra una idea clara: «La economía de Menorca no está en disposición de desaprovechar este importante segmento de turismo en auge». Y un temor: «Otras Comunidades Autónomas seguro que aprovecharán la ocasión e intentarán atraerlo facilitándoles la comercialización».
Entienden que solo por una cuestión de «posicionamiento competitivo como destino de turismo residencial y familiar» y de «interés general para la redistribución de la renta turística» ya estaría justificada esa 'carta blanca' al alquiler turístico, pero añaden que «esta propuesta no requiere ninguna gran transformación ni inversión pública ni privada, sino poner en valor las construcciones existentes».
Desde PIME también explicaron el mal verano para la mayoría de sus empresas en «el mayor grado de implantación del alojamiento en 'todo incluido'».
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