En la puerta del edificio del IBAVI situado en la calle Oristano de Ciutadella se puede leer "Centro de Día de Alzheimer y Otros Trastornos Cognitivos de Ciutadella". El cartel es de lo poco que queda de la iniciativa pensada para dar tratamiento a 30 pacientes. Hace poco se dio el visto bueno para que los muebles inicialmente pensados para este centro fueran destinados a otro uso y a otro espacio, y el Consell ya ha dicho que no pondrá en marcha el servicio porque no hay demanda. Incluso el Ayuntamiento de Ciutadella ya ha pensado en un uso para este edificio. Sin embargo, este jueves este guión puede sufrir un cambio.
De manera individual, PSOE, PSM y UPCM ya han manifestado su rechazo a la decisión del Consell de no poner en marcha el centro de día. Todo apunta a que en el pleno del próximo jueves, los tres partidos sumarán sus votos para obligar al equipo de gobierno del PP a pedir a la Administración insular que cambie su decisión y que, como mínimo, ponga en marcha un centro terapéutico. No sería un proyecto tan ambicioso como un centro de día, pero equipararía a Ciutadella con Maó, donde un servicio idéntico lleva funcionando desde hace años.
Ahora bien, una cosa puede ser lo que se vote el jueves y otra diferente lo que después suceda. La decisión final es del Consell, y lo único que puede hacer el pleno del Consistorio es pedir a la Administración insular que cambie de idea. No puede obligarle a ello. Así lo considera la teniente de alcalde de Servicios Sociales, Francisca Marquès, quien ve muy difícil que el Consell modifique su planteamiento. "La coyuntura económica y social hace que este centro no tenga la demanda para la que se había planificado, y si es así, ¿qué culpa tenemos nosotros?".
Marquès asegura que la demanda real de usuarios para este centro es de dos personas, "y las dos están actualmente atendidas". Ante la falta de demanda, la concejal entiende que no se quiera abrir el servicio, y critica a quienes piden lo contrario. De hecho, Marquès insinúa que quizás hay algunos intereses personales en esta petición. "¿Cuánta gente de Ciutadella que trabaja en Maó en el Consell ha visto frustradas sus expectativas de trabajar en alguna de las 30 plazas que se crearían en el centro de día Ciutadella tras la decisión del Consell de no abrirlo?", pregunta.
De momento, Marquès sigue con sus planes, trabajando en el uso que quiere darse al local de la calle Oristano pensando que el Consell no variará su decisión de no abrir el centro de día. La intención del equipo de gobierno es ubicar allí la casa de acogida, que actualmente se encuentra en un edificio propiedad de Caritas, y por el que el Consistorio debe pagar un alquiler. Marquès aclara que "no fuimos nosotros quienes nos dirigimos al Consell para pedir que no abriera el centro de día para poder colocar nosotros la casa de acogida".
Así, la teniente de alcalde de Servicios Sociales asegura que la decisión de trasladar la casa de acogida ya estaba tomada. De hecho, se tomó cuando Caritas informó al Ayuntamiento de su intención de ubicar en su edificio un proyecto de viviendas sociales, con lo que el Consistorio o asumía un alquiler más elevado o debía abandonar el inmueble. Ante esta tesitura, el equipo de gobierno planteó varias alternativas.
Una de ellas era utilizar la casa del Camí Degollador que alberga a la comunidad de las Franciscanas, pero esta orden religiosa expresó su voluntad de permanecer en el edificio. Otra opción manejada fue el Centro de Día para Personas Mayores. El Consistorio estudió la posibilidad de mantener este servicio en la planta baja, mientras utilizaba el primer piso y construía un segundo para albergar la casa de acogida.
Otra opción barajada fueron los pisos propiedad del Ayuntamiento de Ciutadella en la promoción de la Rotonda del Caballo. Se podrían unir dos viviendas contiguas y albergar la casa de acogida, pero el equipo de gobierno teme que puedan generarse conflictos con los vecinos del inmueble. Estos mismos pisos formaban parte de otra posibilidad, que consistía en cederlos a Caritas para que desarrollara su proyecto de viviendas sociales a cambio de que el Consistorio pudiera seguir utilizando las actuales dependencias de la Casa de Acogida.
Se pensó también en una vivienda municipal de la calle Pius VI que ahora acoge una parte de la escuela de música, pero en caso de ubicar la casa de acogida en este inmueble debería haberse buscado un emplazamiento para la escuela de música. Y por último, incluso se llegó a pensar en el edificio de la Fonda España, aunque como opción muy remota.
Según Marquès, mientras manejaban estas opciones apareció la posibilidad del edificio de la calle Oristano después de que el Consell decidiera no utilizarlo. La concejal asegura que "debíamos aprovechar la oportunidad, más cuando aún espero que la oposición aporte alguna alternativa razonable y viable. Mientras no sea así, yo seguiré adelante con los planes del equipo de gobierno". Estos planes incluyen, a petición del Consell, impartir unos talleres para enfermos de alzheimer en las dependencias del geriátrico. "No es la mejor opción, sin duda, pero es una primera salida para estas personas", concluye la concejal.
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