Actriz. Recordada en el cine por su papel en "Todo sobre mi madre" - Pentación Espectáculos

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De ideas claras y valiente donde las haya. Antonia San Juan (Las Palmas de Gran Canaria, 1961) comparte con "Es Diari" su sentir por la situación actual de un país que tilda de "muerto y expoliado". Una lacra, más que enfermedad, a la que pone remedio con altas dosis de humor y teatro del bueno. La conocida actriz, directora, guionista y productora regresa a Menorca con una recopilación de monólogos de sus más de veinte años de trayectoria. El 5 de abril recala en el Teatre Principal de Maó con "Lo mejor de Antonia San Juan". Un espectáculo con el que provocar y sobre todo generar pensamiento crítico.

¿Cómo hacer humor sin caer en los tópicos?
Es un trabajo que vengo haciendo desde hace mucho tiempo y que no tiene nada que ver con lo que se ve en televisión. Son monólogos escritos por Félix Sabroso, Enrique Gallego y por mi misma, textos muy críticos con la familia y la sociedad en general. Son mordaces e irónicos. Nada que ver con los discursos manidos. El espectáculo habla mucho de cómo es el ser humano, de que -aunque queramos parecerlo- no somos buenos. Todos jugamos un papel y lo hacemos por puro interés.

¿Qué le empujó a regalarle al público esta colección de sus mejores monólogos?
Me movió el hecho de que mucha gente me ha conocido a través de la televisión, por mi personaje de Estela Reynolds en la serie "La que se avecina", y no saben nada de mi trayectoria anterior. Así que decidí dedicarle este montaje a aquellos que todavía no me ha visto en el teatro; y por supuesto para que también lo disfrutaran quienes me siguen desde el principio.

¿Cuál ha sido su criterio de selección? ¿Ha escogido los textos de mayor popularidad?
Bueno hemos seleccionado un poco de todo, incluso hay alguna pieza desconocida y un avance de lo que será mi próximo espectáculo. Son textos de "Otras Mujeres", de "Las que faltaban", algunos de los cafés-teatro y de los bares... La selección la hicimos entre David Delfín, Félix Sabroso, Dunia Ayaso y yo. David se encargó también del apartado musical y de todo el atrezzo que lleva el personaje.

¿Y para cuándo ese nuevo espectáculo?
Ahora mismo me es imposible pensar en ese proyecto, por ello me gusta hablar tan solo de avance. Estoy metida de lleno en la gira de la comedia "De cintura para abajo" y con la serie "La que se avecina", además de este espectáculo con el que recalo en Menorca también estoy a la espera de estrenar mi nuevo largometraje, "Del lado del verano". Tengo seis guiones terminados así que mi plan es, cuando acabe de rodar la séptima temporada de "La que se avecina", viajar al extranjero para filmar allí puesto que en este país está todo muerto y no hay posibilidades de nada.

Es una buena opción.
Sí, no queda otra porque vivimos en un país expoliado, un país donde los 'urdangarines, los 'bárcenas' y toda esta gente lo han robado todo. Es una vergüenza.

¿Cuándo se prevé el estreno de su última película como directora?
Pues espero que en mayo se pueda estrenar por fin en toda España.

En sus guiones establece una radiografía del ser humano.
Sí, hay muchos temas para tocar y para hacerlo de un modo nada complaciente. Hay que cuestionar al individuo porque ha sido precisamente el no cuestionarlo lo que ha creado que las nuevas generaciones peguen a los padres. Hoy, a los niños y adolescentes nadie los cuestiona y los padres son los máximos responsables de todo lo que está pasando. Han criado a una generación de perversos, hay muchos jóvenes maravillosos, pero también otro tipo de juventud muy loca y muy enferma.

Al final regresó a la serie "La que se avecina" con un personaje que ha sido muy importante para usted en el medio televisivo.
Sí, la verdad es que Estela Reynolds arrasa, a la gente le encanta. Es el personaje que me ha dado a conocer al gran público. Estoy muy contenta de mi regreso a la serie y más en el momento en que vivimos, en el que no hay trabajo. Como dice mi amigo Miguel Óscar Menassa: "En una sociedad justa, el trabajo es un don". Creo que hoy vivimos la mayor de las dictaduras. Se juega con la necesidad de la gente, hay censura en todo y los que ostentan el poder hacen lo que les da la real gana.

¿Cómo recuerda sus comienzos interpretativos?
Empecé en la Universidad Complutense de Madrid. Allí comencé a hacer teatro clásico: Lope de Vega, Zorrilla, Calderón de la Barca... Trabajé mucho, pero se cobraba poco y tarde. Busqué un camino donde ganar dinero más rápido y ahí aparecieron los bares. Me puse un vaquero y una camiseta y empecé a interpretar monólogos que escribía Félix Sabroso o yo misma. Así fue cómo fui conformando a "Antonia San Juan", poco a poco y yendo de un sitio a otro.

Cuando se sube al escenario con "Lo mejor de Antonia San Juan" ¿le vienen a la memoria las sensaciones de sus inicios?
No porqué yo nunca miro hacia atrás, no soy evocadora ni siento nostalgia por nada ni por nadie. Para mi ningún tiempo pasado fue mejor. Siempre miro hacia adelante, me encanta el paso del tiempo y cumplir años.

¿Es de las que se apunta a un bombardeo?
(Ríe) No, a un bombardeo no. Yo me apunto a todo lo que sea trabajo, y sobre todo a un trabajo remunerado. Ya no hago nada por amor al arte. He ayudado a muchísima gente, he hecho más de veinte cortometrajes y ahora me toca centrarme bien a fondo en mi carrera.

Subraya que "Lo mejor de Antonia San Juan" es un espectáculo terapéutico, pero ¿la gente quiere curarse?
Mira, hay un dicho que dice que cuando llevas la cuchara a un pueblo, que come con las manos, no se ponen contentos de antemano sino que la rechazan. Lo mismo pasa en la sociedad actual, la gente rechaza un nuevo pensamiento. Si alguien lo cuestiona, todo el mundo se le pone en contra. Hay otras maneras de pensar y de ver la vida, pero el ser humano se ancla en el pensamiento familiar. Siguen repitiendo las mismas creencias, ideas, dogmas... En el siglo XXI no ha habido mucho cambio al respecto y todos somos contribuyentes de esta confusión general. En la "tele" se fomenta el odio, el mal rollo, la crítica... El individuo termina enloqueciendo e intenta buscar una vía de escape. Algunos lo hacen con el alcohol y las drogas y acaban enfermando. Tenemos una manera de pensar que está caduca.

Vivimos en un miedo constante al cambio, a salirnos del sistema.
Sí, el ser humano responde a aquello de: "Prefiero lo malo conocido que lo bueno por conocer". Y es mejor preferir lo bueno por conocer...

Y en el ámbito que la ocupa, con la que está cayendo en este país, ¿cómo reflotamos la cultura?
Yo animo a todos los artistas a irse de España, para que el país termine de hundirse y de empobrecerse totalmente. Es como si tienes un hijo que roba, no puedes ir pagándole las deudas para taparlo. Al contrario, tienes que saber admitir que tu hijo es un ladrón. Así que en esta España expoliada, donde se celebra la ignorancia y, por contra, el que lee y estudia es un friki, no queda más remedio que mirar hacia otro horizonte, salir fuera y esperar a ver si más adelante puede resurgir de sus cenizas como el ave Fénix.