La segunda edición de la Feria de Stocks de Ciutadella cerró ayer sus puertas tras tres días ofreciendo gangas y artículos con importantes descuentos a los clientes. De hecho, una de las tiendas ha llegado a rebajar el precio de sus productos hasta un 90 por ciento, explicaba ayer su responsable. "No gano nada más que espacio en el almacén y dinero en efectivo en el bolsillo", comentaba.
En general, no obstante, el balance de estas tres jornadas es positivo. Algunos comerciantes que el año pasado ya probaron suerte en este certamen aseguran, incluso, que "el balance es mejor que el año pasado". Destacan la amplitud y la comodidad de la actual edición, que ha contado con prácticamente la mitad de los expositores que el año pasado. "Esto ha evitado los agobios y las acumulaciones de la anterior edición, y hemos podido trabajar mejor", defiende una vendedora.
Otra, en cambio, admite que se ha ganado comodidad, pero cree que con más expositores, el poder de atracción hubiera sido mayor. "Hay quien cree que con menos comercios, el negocio se reparte entre menos y así todos ganamos más. Yo no lo creo. Pienso que cuantos más somos, tenemos más posibilidades de que alguien esté interesado en venir y curioseando, se decida a comprar", comenta la responsable de uno de los estands ubicados en la sala multifuncional del Canal Salat.
Sobre la escasez de comercios -solamente 14 este año-, los expositores presentes comentan que "tal vez ha faltado ropa de casa, detalles y ropa para hombre". En general, apuntan, se ha vendido más ropa de invierno que de verano, a pesar de que el adelanto de la feria en relación al año pasado ha permitido a los comercios presentar a los clientes ropa de verano, algo que, dicen, no tenía mucho sentido el año pasado cuando la feria se celebró en fechas mucho más avanzadas. En cambio, otros comercios consultados por este periódico critican las fechas escogidas para la celebración de la feria porque entienden que la temporada turística aún se encuentra en un punto álgido y quizás aún no sea la hora de liquidar los stocks.
Por días, los comerciantes coinciden en señalar que el viernes empezó fuerte, y con un perfil de cliente decidido a comprar. El sábado, segunda jornada de apertura y ya en fin de semana, la afluencia de gente disminuyó durante las horas centrales del día pero se mantuvo por la tarde. En cambio, los clientes ya no solamente compraban, sino que abundaban los curiosos que miran pero no sacan la cartera. Y ayer fue el día más flojo de los tres, con una escasa presencia de compradores y de paseantes.
Tras bajar la persiana, los comerciantes preparan ahora una temporada de invierno que prevén complicada. "Al menos con lo que hemos sacado aquí tendremos algo para pagar los pedidos que hemos realizado para esta próxima temporada sin tener que acudir a los bancos. Solo por eso ha merecido la pena participar en esta feria de stocks", concluye una de las vendedoras.
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