Músicos. El festival acostumbra traer a primeras figuras, como Avishai Cohen hace dos años - Archivo

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A estas alturas del año, el Festival Internacional de Jazz de Menorca debería estar entrando en su recta final. La edición número 14 de uno de los eventos culturales más importantes entre los que se celebran en la Isla ha pendido durante mucho tiempo de un hilo, pero finalmente se celebrará, tal y cómo confirmo ayer el presidente de Jazz Obert, Ignasi Mascaró.

Y lo hará regresando a sus orígenes, o al menos a su calendario original durante sus primeras cuatro ediciones. Este año, con las fechas concretas aún por determinar por que se está trabajando en la contratación de los artistas, la muestra musical arrancará entre finales de septiembre y principios de octubre.

Nuevo calendario

Rememora Mascaró que en su etapa otoñal, el festival funcionaba muy bien, pero que trasladaron el evento a la primavera a petición de la Administración con el propósito de animar la agenda cultural del principio de la temporada turística.

El Menorca Jazz se adaptó perfectamente al cambio, y desde entonces siguió creciendo hasta que recientemente la crisis económica, y los consiguientes recortes en las subvenciones institucionales, ha dejado a los organizadores casi fuera de juego. De hecho, parte de la pasada edición está aún sin pagar.

Explica Mascaró que el principal problema de organizar el festival en primavera era el de afrontar el pago de los cachés de los artistas con subvenciones que cobraban a fina del año. Es por ello que en numerosas ocasiones se han visto obligados a recurrir a la contratación de pólizas de crédito.

Sin embargo, en 2012 las cosas pintan peor porque a los organizadores les ha "descolocado" el fuerte recorte de ayudas del programa Menorca Tot l'Any, contra el que han interpuesto un recurso por sentirse discriminados respecto a otros eventos culturales emblemáticos del verano menorquín.

Al final se les ha asignado solamente un tercio de la ayuda económica esperada. Mascaró dice que el trato "no ha sido igualitario", y de momento no han recibido contestación por parte del Consell. Concluye el presidente de Jazz Obert que lo están pasando muy mal para mantener vivo un festival que ha costado mucho sacar adelante y que había alcanzado un nivel muy alto.