Erizos de Mar. Las huevas, el "caviar" se comercializa en restaurantes de la Isla y es un plato apreciado - Archivo

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La Cofradía de Pescadores de Maó ha solicitado a la Dirección General de Medio Rural y Marino del Govern la prórroga de la autorización provisional para la captura de erizos de mar durante la temporada estival a fin de atender la demanda de clientes y mitigar los efectos de la plaga de 'vogamarins' detectada en la Isla. La petición fue cursada hace algunas semanas y, de momento, no ha obtenido ningún tipo de respuesta.

La autorización provisional tan sólo estuvo vigente del 5 de enero al 31 de marzo de este mismo año. Gracias a este permiso provisional que rompía la prohibición que pesaba en toda Balears desde julio de 2009, cada mariscador pudo pescar 80 kilos por día con un máximo mensual de 700 kilos y un tallaje por individuo capturado igual o superior a 50 milímetros. La autorización apenas fue aprovechada por dos de los ocho mariscadores profesionales existentes en la Isla, ya que los restaurantes donde habitualmente comercializan este producto estaban mayoritariamente cerrados en aquellas fechas al ser temporada baja. De hecho, la mayor parte de las capturas fueron vendidas fuera de la Isla, circunstancia que disminuye de forma considerable la rentabilidad de este negocio, ya que los mariscadores menorquines deben competir en precios con sus homólogos de Cataluña y de países del norte de África como Marruecos, Argelia o Túnez. "No ganas ni para pagar la gasolina, no cubres gastos, yo sólo recogí cinco quilos para atender la petición de una persona", explica al respecto el veterano mariscador Juan Torres, quien se queja de la incongruencia de las fechas propuestas en dicha autorización provisional.

Precios y rentabilidad
Torres comenta que las huevas del erizo, el "caviar", la carne que se comercializa se paga fuera de la Isla a 7 y 10 euros los cien gramos y el precio de la concha vacía del animal (donde se presenta este exquisito plato en los restaurantes) oscila entre 75 y 80 céntimos. Este precio de la carne se sitúa en los 25 céntimos por erizo fresco (cada animal pesa aproximadamente 10 gramos) cuando se comercializa en la Isla. "Fresco tiene más valor porque la carne es más apreciada y se puede preparar de diferentes formas en cocina", añade.

En el escrito remitido a la Dirección General de Medio Rural y Marino del Govern, la Cofradía de Pescadores de Maó también solicita ampliar en la Isla la veda de la captura de erizos que el Ejecutivo de Bauzá ya contempla en el proyecto de Ley de Pesca Marina, Marisqueo y Acuicultura de Balears que actualmente está en fase de tramitación. El proyecto establece que las capturas tan sólo se podrán realizar de octubre a diciembre, al igual que sucede en el resto de la Península atendiendo a periodos de reproducción y en similares cantidades a las apuntadas en la autorización provisional. La Cofradía considera que dada la plaga de "vogamarins" que afecta a la Isla, Menorca debería tener un trato excepcional y ser permitida la captura de hasta 150 kilos por día el resto del año, especialmente en temporada alta, cuando el producto tiene salida en el mercado isleño.

Prohibición en 2009

En julio de 2009, la Conselleria balear de Agricultura y Pesca prohibió, sin fecha límite, la pesca profesional del erizo en todo el Archipiélago. El coto a las capturas se basó en un informe realizado ese mismo año por el jefe del Servicio de Recursos Marinos del Govern, Antoni Grau Jofre, en el que alertaba sobre la sobrepesca de este marisco en lugares como Menorca. Aunque el mismo informe señalaba que posiblemente las poblaciones de erizo de Menorca podía absorber "sin problemas" niveles de explotación muy superiores a los tradicionales, aconsejó no permitir más capturas y establecer épocas de veda (no existían en la Isla), cuotas de capturas y tallaje. La prohibición no fue bien acogida por los mariscadores, que aunque consideraban necesaria una regulación para asegurar la sostenibilidad de las explotaciones de estos invertebrados, consideraron que la decisión había sido arbitraria al carecer de suficiente base científica.