Está enfermo, padece una dolencia lastimosa y este es el momento en que peor se encuentra. El medicamento es duro, hace sufrir al paciente pero con paciencia y de la mano del hermano mayor conseguirá superar la crisis y levantar cabeza. Con este símil retrata la situación económica actual del país la política mallorquina, Francisca Bennàssar, quien ayer se encargó de pronunciar una conferencia en el Consell con motivo del Día de Europa. Fue diputada del Parlamento Europeo por el Partido Popular y vicepresidenta de la Comisión de Derechos de la Mujer.
La legislación que se aplica en nuestro territorio es fruto de las decisiones adoptadas en la Unión Europea. No obstante, gran parte de españoles desconoce cómo funcionan las instituciones europeas. ¿Falta información, transparencia?
Es verdad que no explicamos lo suficiente los hechos. Un día como hoy nos permite reflexionar sobre cómo empezó este proyecto europeo cuando necesitábamos un espacio de diálogo, un proyecto común. Ahora, en momentos de dificultades, vemos solo las amenazas y no somos conscientes de las ventajas que ha ofrecido y ofrece pertenecer a Europa. La principal, que no caminamos solos y si hacemos las cosas bien, volveremos a estar entre los países líderes. Todo ello hay que darlo a conocer a los ciudadanos para que lo conozcan. Es cierto que ahora estamos en el peor momento de la enfermedad, es el de la 'quimio', el tratamiento de choque. Pero con Europa lo conseguiremos, porque además en España tenemos un buen equipo de médicos. Por otra parte, Bruselas apoyará el espíritu emprendedor proponiendo un Erasmus para emprendedores puesto que hay que fomentar a las empresas para que puedan seguir contratando gente.
¿La solución es por tanto más Europa, más unión?
Así es. Y además, recuperar la confianza y la esperanza.
Comenta las ventajas de ser europeos. Pero ahora la Unión Europea se enfrenta a una serie de amenazas y de dificultades.
La ciudadanía vive como amenazas todas estas medidas que se aplican desde los gobiernos. A nadie le gusta que le digan no a todo. Pero a veces para educar y orientar a un hijo hay que decir no. Con los ciudadanos es exactamente igual. Por otro lado, hay un sentimiento por parte de los países del norte de que el mal comportamiento de los del sur les perjudica y podría romper las relaciones. El sentimiento de los países del norte, que tienen una baja tasa de paro y un PIB alto, crea desconfianza hacia los países del sur y por tanto, debemos recuperarla. Los deberes son complicados y duros pero estoy convencida de que los haremos.
Usted habla de la nueva frontera de Europa. ¿Qué límites o líneas divisorias se han construido?
Las fronteras de este siglo son no saber idiomas, no aplicar ajustes presupuestarios, no hacer reformas económicas ni laborales, no revisar la legislación autonómica. Es decir, hay que adelgazar el Estado y promocionar el mercado. Las fronteras aparecerán si no hacemos los deberes. Además, ahora es el momento de hacer reformas puesto que si no podemos invertir porque no hay dinero hay que reformar para preparar el camino para que las inversiones lleguen. Así es como atraeremos a los inversores hacia Balears para que inviertan en el Archipiélago. En materia educativa, el espacio europeo de educación ha supuesto el aprendizaje de idiomas, la incorporación de nuevas tecnologías y sobre todo la oportunidad de salir al exterior y captar experiencia y conocimiento. Todo ello debemos entenderlo como una oportunidad y no como una tragedia.
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