En la mañana de ayer, José María de Sintas Zaforteza recibió 112 mensajes en su teléfono móvil, y más de cincuenta correos electrónicos. Es la consecuencia del día después de unas elecciones que le colocan como máximo aspirante a la alcaldía de Ciutadella, que podría volver a las manos del PP.
¿Se ve ya como alcalde durante el acto de la 'Convidada' en Sant Joan?Ni mucho menos. La junta local del partido debe reunirse y decidir qué pasos damos para formar gobierno. Como lista más votada, nosotros nos votaremos a nosotros mismos en el pleno de investidura. Sabemos que PSOE y PSM no entrarán en pactos, lo que hace presumir que en la segunda vuelta de las votaciones podría ser elegido alcalde. Pero antes, quiero hablar con los otros tres partidos.En la noche del domingo calificaba su resultado electoral como agridulce.
¿Sigue siéndolo?
Ya me parece un buen resultado, sobre todo al mirar atrás. Se rompió el grupo municipal, se escogió una nueva junta, se optó por un candidato nuevo y una lista totalmente renovada. Era complicado, y hemos ganado votos. Es un muy buen resultado, teniendo en cuenta que casi todas las encuestas no nos daban más de nueve concejales. Ahora nos toca no defraudar, aprendiendo de los errores del pasado. Usted ha dicho que su opción es un gobierno en minoría, sin pactos estables.
¿Sigue pensando lo mismo?
Sí, sobre todo porque muchos afiliados así nos lo piden. Nos solicitan que no volvamos a repetir lo de 2007, una experiencia de la que no culpamos solamente a UPCM, porque en ese pacto también estaba el PP. Creo que a partir de ahora podemos llegar a pactos puntuales con el resto de partidos y sacar adelante Ciutadella.
¿Y se ve capacitado para sacar adelante un ayuntamiento como el de Ciutadella en minoría?
Es más difícil, sin duda. Además, creo que no recibiremos mucha ayuda por parte de la oposición. Pero en esta campaña todos los partidos hemos pedido prácticamente lo mismo, que rememos juntos para el bien de Ciutadella. Así, usted no ha ofrecido ningún pacto a ningún partido.No, es falso. Cuando me reúna con algún partido lo haré público, puesto que no hay nada que esconder cuando dos formaciones hablen.
¿Cree usted que encontrará apoyos suficientes en los otros partidos?
Hay opiniones diferentes entre los partidos, y las respetamos. Quizás el PSM está más lejos en algunos temas, pero nuestro trabajo será buscar apoyos entre todos.
Tanto usted como la presidenta del PP en Ciutadella han pedido que les dejen gobernar.
¿Eso significa que les permitan hacer lo que ustedes quieran?
No. Yo no quiero que me dejen hacer lo que me de la gana en el Ayuntamiento. Eso sí, en algunas medidas sí que se debe dejar hacer al equipo que gobierne. El día a día tiene que funcionar, no puedes consensuarlo todo, pero eso no significa que no haya diálogo. Al contrario, debe haberlo y en grandes cantidades.
Si finalmente es elegido alcalde, ¿le gustaría gestionar algún área?
En el partido hay diferencias de opiniones en este sentido. Si eres un alcalde que no llevas áreas pero intentas controlarlo todo, a veces no llegas a todas partes, y éste, a mi entender, ha sido el problema de Pilar Carbonero. No era una mala alcaldesa, pero su equipo no la acompañó. Mi intención inicial era no gestionar ningún área, pero visto el resultado, y al tener un equipo menos extenso de lo previsto, seguramente gestionaré algún área, quizás Hacienda.
Hablaba usted del PSOE. ¿Se esperaba el descenso que ha sufrido?
No lo esperaba tan abultado. Creo que era imposible que incrementaran votos, porque sus dos años de gestión no han sido positivos para Ciutadella. Solamente nos han hecho un carril bici que en algunos tramos es un auténtico desastre, y quedan aún algunos temas por aclarar. Pilar Carbonero ha pagado la falta de preparación para gobernar de un número de personas. Era una lista que no se pensó para ganar. Se les fue su cabeza de lista, y a Carbonero, una mujer preparada, se le han escapado muchas cosas de las manos. Creo que el fallo ha sido más el equipo que ella misma. A nivel insular, el descenso socialista ha sido lógico, tras doce años prometiendo el oro y el moro cuando la realidad es la que es. Algunos dudan de que el PP pueda conseguir cambiar las cosas, pero al menos que nos dejen intentarlo. El cambio era necesario. Esto es la democracia.
UPCM es el único partido que ha aumentado en número de concejales. ¿Cómo lo ve?
Creo que ellos esperaban conseguir bastantes más concejales. Seguramente su alegría no es la de doblar su representación, sino que el PP no haya conseguido mayoría absoluta. Es un partido como cualquier otro, una minoría en la oposición a la que respeto.
Dice usted que no quiere mirar al pasado, pero es inevitable hablar de la crispación política de los últimos años. ¿Qué hará al respecto?
Quiero eliminarla. No pueden repetirse las escenas de algunos políticos yendo al pleno a pasar el rato y a divertirse. Es muy poco serio, y muy poco respetuoso hacia un organismo tan importante como un pleno. Ha habido de todo por parte de todos, y también un mal control por parte de la alcaldía de las intervenciones en los plenos. Seguramente, en beneficio del descenso de la crispación juega el hecho de que ya no está representado un sector político que es el que crispaba a UPCM. Yo no quiero crispar, sino acelerar las cosas. Quiero modificar, por ejemplo, el funcionamiento de los plenos, que no pueden hacerse eternos como pasa ahora mismo.
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