Lo de Josema Yuste (Valladolid, 1954) es andar haciendo reir a la gente todo el tiempo. Es uno de los actores cómicos españoles que se mantiene "en el candelabro" hace años, con un tirón que no afloja ya sea desde un teatro, el cine o las series de televisión. El viernes vendrá a Menorca no como un veraneante más, como lleva haciéndolo desde 1978, sino como actor que interpretará uno de los papeles en la famosa comedia "La cena de los idiotas" que podrá disfrutar el público en el Teatre Principal de Maó a las 21 horas.
Se pasan toda la cena buscando a un auténtico idiota. ¿Cuesta, realmente, reconocer a los idiotas?
A veces sí, a veces no, pero normalmente no cuesta realmente demasiado reconocer a un idiota. Yo cuando me refiero a un idiota pienso en un torpe, patoso y a éste se le ve venir enseguida, pero el idiota malo es más complicado.
¿Qué tipo de idiotas aparecen en la comedia y con qué intención?
En la comedia aparece más bien el idiota inocente, no es malo, es una buena persona. Inocente que luego no es tan inocente. De hecho no es una crítica al idiota sino, simplemente, el autor lo que quiere hacer es enfrentar a dos personajes muy habituales en la vida, el idiota y el listo. El listo es un poco cabrón y también un poco ingenuo, aunque tampoco es tan cabrón ni tan ingenuo al final... Luego les enfrenta en una supuesta cena que dura toda una noche y al final gana la partida el idiota. Es lo que todos deseamos en la vida, que el inocente gane al perverso.
¿Qué tipo de comedia es en realidad?
Es una comedia muy divertida, con mucha ternura en muchos momentos de la historia en los que están los dos hablando de sus cosas. Hay emociones y diversiones, básicamente es divertida pero también emotiva, al final de la obra te pone el nudo en la garganta y te hace pensar aunque tampoco es una comedia profunda y trascendental. Tampoco es de evasión, tiene un punto intermedio que para mi es el ideal, se entiende muy bien la historia, el espectador no adivina lo que va a ocurrir y ocurre lo que ocurre.
Usted no se quedó con el que dice ser el "papel bombón", pero ¿qué tiene su personaje?
Bueno, yo elegí el papel porque la producción es mía, somos dos socios que tenemos una pequeña productora de teatro, y entonces puedo elegir la comedia que quiero hacer y el papel, lo que es muy cómodo sin duda. Entonces he de reconocer que al principio me plantee hacer el papel del idiota porque es el papel más divertido, con el que la gente iba a conectar y en parte es así. Pero luego pensé que el que recibe y está todo el rato cabreado, enfadado y fastidiado con un lumbago tremendo y está con que no da crédito a lo que tiene enfrente, al idiota me refiero, pues era un personaje de sufridor al que le he cogido un punto muy bonito que a la gente le entra. Además para hacer el idiota, si no imprescindible, es muy importante el físico, tiene que ser especial y yo no lo tengo, soy realista, me va mejor el otro papel. Al final creo que he elegido bien eligiendo al idiota y eligiendo para mi mismo.
Agustín Jiménez hace el papel del idiota. ¿Por qué lo eligió a él?
Es un actor estupendo que me ha sorprendido porque lleva un montón de tiempo haciendo monólogos básicamente, había hecho también de payaso y cosas como actor, pero yo nunca le había visto en un papel de personaje como éste y he descubierto que tiene tantos recursos... Es una de aquellas personas que nace siendo artista, y lo sepa el o no lo sepa, es creativo todo el tiempo, incluso tomando un café a cualquier hora en un bar está pensando, escribiendo, haciendo un artilugio de magia para incorporarlo a la obra... no para. Y qué narices, lo hace muy bien, está estupendo en este papel.
¿Lo de Josema Yuste es siempre estarse riendo?
Sí, mi clave en esta profesión es ser actor cómico. Yo creo que igual que en medicina es buena la especialización, y cada día más, en el terreno de la interpretación yo he preferido especializarme en el humor y la comedia. Al final de hacer más o menos siempre lo mismo acabas aprendiendo, acabas sintiendo como late el corazón entre el público, sabes cuando se van a reír o lo intuyo más o menos. Y además es que me gusta mucho lo que hago, no me cuesta ningún trabajo, disfruto mucho escuchando a la gente reir, son como horas de carcajadas que entran en el escenario que levantan un aire fresco maravilloso.
¿Pasará el verano en la Isla nuevamente?
Sí, como siempre. He perdido la cuenta de los años que llevo viniendo, conocí Menorca en el 1978 y desde entonces siempre vengo, luego con mi esposa, hijos, ya he tenido dos casas allí.
Durante el pregón que hizo por las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia pedía, casi suplicaba, una nueva carretera de Fornells. Ahora que ya la tiene ¿qué pediría?
Es complicado porque yo en el fondo ya me he hecho casi menorquín y no quiero que la Isla crezca mucho más. Hace años hubiera pedido más infraestructuras, pero ahora, sinceramente, no quiero gran cosa más. Quizás es verdad que Menorca va a una marcha muy lenta y esto es peligroso, porque igual te puedes quedar un poco atrás en algunas cosas, pero si vosotros vivís bien así yo como voy sólo un mes encantado de la vida.
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