Relax. Tal como muestran las imágenes, la mayoría de los ciudadanos dedicaron la jornada a realizar actividades al aire libre, dado el buen tiempo del que se pudo disfrutar - J.B.
Más de un madrugador se quedaría ayer sorprendido cuando viera la espesa niebla que se formó en el puerto de Maó. Una manta gris impedía ver más allá de pocos metros, pero tal como dice el refrán: "Mañana de niebla, tarde de paseo", así que la calurosa jornada con la que contamos posteriormente nos pudo recordar a los típicos días de julio y agosto en los que los baños en la playa se llevan la palma. Las calles de la ciudad se mostraban prácticamente desiertas, todo lo contrario que las zonas de costa, donde los osados bañistas se pegaban un chapuzón o se conformaban simplemente tomando el sol.
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