No importó que fuera 30 de abril y que todavía faltaran casi dos meses para Sant Joan. Los ciudadelanos interpretaron ayer su mejor papel. Corearon gritos de "Ciutadella, Ciutadella!", saltaron, tocaron los caballos que botaban al ritmo del jinete, y llegaron a poner la piel de gallina a todo el equipo de rodaje del anuncio de Estrella Damm.
Para lograr recrear el jaleo de Sant Joan fueron necesarias varias horas de rodaje -esperaron a que bajara el sol para que no hubiera tanta luz-, cien extras contratados, decenas de ciudadanos que participaron de forma espontánea en el anuncio, ocho caballos y más de cincuenta personas del equipo técnico.
Los vecinos se asomaban al umbral de sus puertas y ventanas para ver el montaje que la marca de cerveza había preparado para la filmación del anuncio, con el que se espera recoger, al menos, el mismo éxito que se obtuvo con el del año pasado, grabado en Formentera.
María Mercadal, vecina de la calle Ses Roques, donde se rodó la escena del jaleo, lamentaba que el anuncio incluyera referencias directas a la fiesta de Sant Joan, "porque ya viene suficiente gente, no queremos que vengan más". Sin embargo, sí acertó a reconocer que "cualquier publicidad es buena para Ciutadella".
Alguno de los extras, como Marta Martínez, explicaba que ésta era la primera vez que participaban en un rodaje, y aseguraba sentirse "encantada" de estar viviendo esta experiencia, que esperaba poder repetir durante los dos días que quedan de filmación.
A los lomos de uno de los caballos que protagonizaron la escena del jaleo se sentaba Pere Villalonga, quien comentó que para él ésta era también una "nueva experiencia", pues lo habitual tanto para él, como para el resto de jinetes que hicieron botar ayer a sus caballos, es "asistir a competiciones de doma".
Pero esta escena fue sólo una de las tres que se grabaron ayer. A primera hora de la tarde, sobre las tres, se rodó otra parte de la historia en la que los protagonistas compraron unas abarcas en Ses Voltes.
La grabación de ayer culminó con la escena en la que un grupo de música, todavía desconocido por ser el secreto mejor guardado de Estrella Damm para el anuncio, tocó en un pequeño escenario, montado para la ocasión, en la plaza del Mercat.
Oriol Villar, director creativo de la agencia Villarrosàs, quien ha llevado a cabo este anuncio y los de Damm durante los últimos cuatro años, confesaba ayer sentirse verdaderamente a gusto con "el espíritu de Menorca, y su estilo de vida", que es lo que han querido transmitir en el spot. Destacó que lo que se ha pretendido, ante todo, es vender el "mediterráneo más joven".
El conseller de Turismo, Lázaro Criado, no se quiso perder tampoco la filmación. Aseguró que la imagen que se ofrece de Menorca es la de una Isla "en la que sólo se viven experiencias positivas, muestran una paraíso atractivo para el público joven, lo que a nosotros nos permite ampliar el mercado de turismo, que habitualmente es más familiar".
El plan de rodaje para el día de hoy es grabar la simulación de una fiesta en una casa, cuya ubicación no se ha desvelado. La agencia Villarrosàs se reserva el domingo para tomar imágenes de todo aquello que les quede pendiente.
Menorca, para ese entonces, ya habrá cumplido con su papel de anfitriona.
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