EN LOS FOGONES. Los doce empleados de Social Càtering trabajan desde el martes en la nueva sede, confeccionando 200 menús diarios - Cris

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Cortar pimientos, preparar el sofrito, envasar los macarrones... Ayer los doce empleados del Social Càtering trabajaban a pleno rendimiento para confeccionar los 200 menús que después repartieron. Era el segundo día en la nueva sede del polígono industrial de Ciutadella, en una cocina preparada con las últimas prestaciones y también con las medidas higiénicas más avanzadas para garantizar la máxima calidad en los productos.

Podría decirse que esta semana ha sido el pistoletazo de salida definitivo para una iniciativa de la Fundació de Persones amb Discapacitat de Menorca. Llevan unas semanas trabajando, pero en una sede provisional. Ahora, los fogones relucientes acogen ya los menús de una iniciativa que debe ir a más en los próximos meses. Bajo la batuta de la jefa de cocina Ruth Moll, otros once empleados confeccionan platos que luego son transportados por los propios trabajadores.

Además de los 200 menús diarios, durante el fin de semana se servirán también otros 30 menús cada día, si bien estos platos serán preparados de lunes a viernes, días en los que la cocina está abierta. De hecho, Social Càtering trabaja con un sistema mediante el cual los platos se pueden guardar y calentar de manera fácil, sin ofrecer complicaciones a sus usuarios.

Está previsto que este servicio trabaje de entrada para los ayuntamientos de Ciutadella y Maó, pero las instalaciones están preparadas para ofrecer más comida y atender a más servicios públicos. De hecho, en la mente de los promotores está convertir Social Càtering en un referente para cualquier acto público que preparen las administraciones públicas menorquinas.