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"Es verdad que se produjo una tardanza fuera de lo habitual. Incluso diría que de carácter extraordinario". Con esas palabras explicaba el gerente del servicio del 061, Jaume Ripoll, los hechos que ocurrieron el pasado día 7 en Ciutadella y que terminaron trágicamente, después de que una ambulancia del servicio de emergencias tardara cerca de tres horas en responder a una petición.Según la versión explicada por Ripoll, se recibió un aviso en el 061 en un momento en el que la ambulancia de Ciutadella estaba ocupada en un servicio de camino hacia a Maó. Tras evaluar la situación y calcular el tiempo que se podía tardar, se optó por movilizar a la primera de las ambulancias que quedara libre.

Al final, la planificación de la emergencia falló, pero Ripoll sostiene que lo sucedido "no suele ser el proceder habitual del 061". Es por ello que el servicio de emergencias decidió hace unos días abrir un expediente informativo con el objetivo de averiguar en qué puntos hay que trabajar más para evitar que en el futuro se repitan casos semejantes al que recientemente denunciaron Pilar Carrasco y sus familiares.
Eficacia

En ese sentido, según explica Jaume Ripoll hay que analizar todo el proceso y poder actuar con mayor eficacia en circunstancias como las que se dieron el día 7, "cuando coincidió que teníamos todos nuestros recursos ocupados. Hay que ver si en esos casos es posible acelerar el tiempo de respuesta de las ambulancias". Explica que la Isla está actualmente operativas cinco ambulancias, cuya gestión se coordina desde el centro de operaciones en Palma.

El gerente concluye que los recursos en todo el Archipiélago se reparten en función de criterios muy parecidos, aunque hay que tener en cuenta que la condición geográfica es diferente en cada una de las Islas. Como ejemplo pone que en Eivissa, el número de efectivos es muy semejante al del que se dispone actualmente en Menorca.