obras. El centro penitenciario se está construyendo justo detrás del cuartel de la Guardia Civil

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M.P.F. Maó
Un grupo de vecinos del futuro centro penitenciario de Menorca denuncian el "incumplimiento de los horarios estipulados en la normativa municipal sobre obras de Maó".

Según explican los afectados, los más perjudicados por la "excesiva contaminación acústica" de la primera fase de las obras, basada en trabajo con maquinaria pesada para el movimiento de tierras, son los residentes del inmueble situado en la avenida José Anselmo Clavé 392, más conocido como la Casa Cuartel de la Guardia Civil, puesto que el edificio de la futura cárcel se está construyendo justo en la parte trasera de este inmueble. Una de las residentes, Josefa Pons Moll, asegura que los obreros trabajan sin parar desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche con lo que "llega un momento que llevamos el temblorcillo de las máquinas metido en la cabeza".

Los afectados explican que aunque la normativa municipal sobre obras contemple que el horario para trabajos con maquinaria pesada para excavaciones sea de 8 a 13 horas y de 15 a 18 horas excepto los meses de mayo, junio, septiembre y octubre que debe ser de 8 a 13 horas y prohibiéndose este tipo de trabajos en julio y agosto, el Ayuntamiento dispensó a la empresa adjudicataria de las obras el cumplimiento del horario de trabajo "autorizándoles a trabajar 24 horas al día, siete días a la semana desde el 26 de enero hasta día 29 de diciembre de este año". Pons Moll no entiende el porqué de esta autorización "cuando saben que hay vecinos en la zona". Además apunta que tal vez el Ayuntamiento se ciñe a la excepción de la normativa que indica que quedan excluidos de la restricción horaria las zonas industriales y rurales donde no haya incidencia en ninguna vivienda, "pero éste no es nuestro caso porque en la zona sí existe incidencia".

Josefa Pons tampoco entiende la ubicación de esta cárcel en una zona donde existe mucha actividad gracias a los centros hípicos y que, aumentará con la futura construcción de un polideportivo "cuando contamos con otras zonas que verdaderamente están alejadas del núcleo de la ciudad". Pons Moll ha conseguido reunir más de 32 firmas para que se cumpla el horario puesto que si no es así, se procederá a demandar al Ayuntamiento para que se paralicen las obras "al incumplirse el horario de trabajo que marca la propia ordenanza municipal".