Informe. Oliver, ayer, con Isabel Guitart, gerente de CAEB, y Vicenç Tur, director de Economía

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Marga Vives Palma
La economía menorquina cierra ejercicio en números negativos. En su informe de coyuntura, presentado ayer en Palma, CAEB pronostica una caída de 7 décimas, la mayor de todo el archipiélago. Las pitiüsas se suman a esta bajada, aunque es de sólo dos décimas y Mallorca mantiene un crecimiento positivo, del 0,2 por ciento.

En el conjunto del archipiélago el crecimiento económico de 2008 se situará en torno al 0,1 por ciento, lo que, según la patronal de empresarios, confirma que la economía balear "está estancada dentro de la crisis" y consigue mantenerse a flote "gracias a la inercia del sector Servicios", cuyo PIB aumenta un 0,6 por ciento.
El resto de ámbitos productivos anotan descensos que oscilan entre el 0,5 por ciento de la Industria y el 3,3 por ciento de la Construcción. El sector primario refleja un decrecimiento del 1,2 por ciento.

El presidente de CAEB, Josep Oliver, calificó estos datos de "malos", si bien reconoció que la situación actual está condicionada por parámetros de ámbito internacional a los que está supeditada la economía balear y que dejan escaso margen de maniobra.

Oliver aseguró que estas cifras difieren poco del balance de 2002 y no descarta que de aquí a final de año sea necesario corregir a la baja la previsión y que Balears cierre en números negativos. Hace un año el CRE (Centre de Recerca Econòmica) de Sa Nostra situó la estimación para 2008 en 1,4 por ciento de crecimiento del PIB.

Panorama internacional
En su informe, CAEB dibuja un escenario internacional marcado por la reducción considerable de los tipos de intervención de los bancos centrales, para reactivar la economía una vez minimizados los riesgos inflacionistas.

Después del fuerte repunte de la inflación y de los tipos de interés registrado desde mediados de 2007, en los últimos meses de 2008 se está produciendo un importante ajuste a la baja de estos indicadores.

La libra se ha devaluado un 35 por ciento desde principios de 2007 y continúa en mínimos históricos frente al euro. El dólar se aprecia en un 15 por ciento desde el pasado mes de julio; esto ha moderado la tendencia bajista del "brent" para el mercado europeo. El precio del petróleo, tras los máximos históricos del verano, sufre un intenso ajuste, a pesar del recorte de la producción de la OPEP.
En las Islas estas rebajas aún no se han reflejado en los indicadores de consumo. El IPC ha moderado su crecimiento en el último trimestre del año y se sitúa en el 2,2 por ciento, pero las matriculaciones de vehículos caen un 33,8 por ciento, el consumo de carburantes retrocede un 3,4 por ciento y la actividad comercial minorista desciende un 5,3 por ciento. La contracción de la demanda afecta sobre todo a bienes duraderos. Por el contrario, sigue creciendo el consumo de energía eléctrica, que registra un incremento del 2,7 por ciento.

Un escenario que evoca el que se vivió en 1973
Para Josep Oliver la recesión actual guarda semejanzas a nivel de resultados económicos, con la crisis del petróleo de 1973, aunque la nuestra es más compleja y afecta a muchos más agentes.

Oliver recordó aquella época como "el momento más duro que se ha pasado en Balears", con multitud de quiebras empresariales, una elevada inflación y un descenso importante de la ocupación hotelera.

Sin embargo el presidente de CAEB advirtió que Balears "entra muy rápido en las situaciones negativas pero también sale de ellas con más rapidez". En este sentido confió en que a partir del mes de mayo, con el inicio de la temporada turística, los resultados económicos mejorarán y garantizó el compromiso de la patronal de infundir confianza al entorno de la empresa privada para propiciar el crecimiento de la inversión.