La presidenta Susana Mora conversa con el candidato del PP, Adolfo Vilafranca, durante un pleno del Consell. | Josep Bagur Gomila

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El PP ganará las elecciones al Consell, pero seguirá en la oposición, a pesar de que la posible entrada de Vox otorgaría más opciones de cambio. Pero ni en esa hipótesis sumarían la mayoría suficiente, según los datos que maneja el Instituto Balear de Estudios Sociológicos (IBES) para una encuesta que publicará ‘Es Diari' la próxima semana.

Gonzalo Adán, doctor en sociología electoral y director del IBES, ofreció este viernes al Cercle d'Economia de Menorca un anticipo de la tendencia de voto ante la cita del 28-M. La relación actual entre los bloques de la izquierda y la derecha, ocho a cinco, variaría en el mejor de los casos a siete y seis, una correlación de fuerzas más ajustada pero que en esencia no alteraría el estatus actual del reparto del poder.

Los resultados están más afinados en las elecciones al Parlament, que sirven para realizar la extrapolación al Consell. Los socialistas mejoran sus expectativas en el voto a la cámara regional, superaría el 28 por ciento de los votos de cuatro años atrás, aunque se matendrían en los cuatro escaños, y bajan en las insulares. Por su parte, Més per Menorca sube en las elecciones al Consell, pero baja en las del Parlament. Los menorquinistas pasaron en 2019 de tres a dos escaños y ahora no recuperarían aún el tercer diputado, perderían tres puntos en el porcentaje de voto al pasar del 18 por ciento al 15.

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El PP obtuvo un 29 por ciento y la subida se estima ahora en torno al 33-34 por ciento, que le valdrían para sumar cinco escaños, uno más que ahora, fruto del flujo de votos propios y el travase de los votos de Ciudadanos, que pasaría del nueve al tres por ciento y perdería el escaño.

Unidas Podemos bajará de dos a un escaño al pasar del once al ocho por ciento de apoyos electorales y Vox muestra una tendencia de ascenso, duplica el tres por ciento de hace cuatro años y rozaría el siete por ciento. Ese porcentaje es la barrera eficiente para tener acceso a la representación en el Parlament. Adán sitúa ahora mismo sus opciones más en cero que en uno, pero es un voto que depende del tirón nacional del partido en el momento de la cita electoral.

El Pi decide el poder regional

El cambio del mapa de poder resulta más factible en el Govern balear, donde el IBES sitúa a El Pi como árbitro de una correlación de fuerzas izquierda-derecha muy equilibrada. Pero para ejercer ese papel de bisagra, heredero del regionalismo de Unió Mallorquina, ha de entrar en el Parlament, reto que no tiene garantizado. Necesita un cinco por ciento de sufragios y ahora se mueve en una horquilla entre el 4,9 y el 5,5 por ciento, con más de cinco obtendría dos escaños.

Francisco Tutzó y Gonzalo Adán en el Cercle d'Economia de Menorca.

Del análisis de tres encuestas publicadas hasta ahora por otras empresas demoscópicas -bien hechas, precisa Adán- si El Pi entra en el Parlament dejaría al bloque PP-Vox en 28 y la mayoría para formar Govern, 30 escaños, surgiría de los pactos postelectorales, que podrían mandar al PP, el más votado, en la oposición.