El Teatre Principal de Maó apuesta por la cultura accesible

Una apuesta, a la que se pretende dar continuidad en el futuro con otras obras, que fue presentada ayer por el concejal de Cultura de Maó y vicepresidente de la Fundació Teatre Principal de Maó, Carlos Uhler; la gerenta de dicha Fundació, Nieves Portas; y la responsable del Servei d’Atenció a Persones Sordes i Accessibilitat Universal de la Fundació de Discapacitats de Menorca, Olga López, quien puso el acento en la importancia «de acercar la Cultura a todas las personas con diversidad funcional».

«Es un paso más en nuestro compromiso para garantizar la inclusividad y sensibilidad dentro de nuestro municipio», reconoció Uhler ante la prensa en la Sala de la Reina del coliseo mahonés. Por su parte, Portas añadió que la iniciativa permitirá abrir el Teatro «a personas o colectivos que no suelen asistir a nuestros espacios». En ese sentido, recalcó que «es reseñable poder sumarnos a la red estatal de teatros que ya implementan estas acciones, en correspondencia a las nuevas directrices de accesibilidad, no solo en el ámbito físico y arquitectónico, sino también en el sensorial».

Medidas y herramientas

La propuesta cultural más accesible se servirá de cuatro herramientas, como el servicio de subtítulos adaptados para personas con discapacidad auditiva, que ofrece la transcripción de los diálogos, así como la identificación de personajes o colores, entre otros elementos. También se desplegará un servicio de audiodescripción con información de los elementos visuales y las acciones más relevantes del espectáculo. El público con problemas auditivos podrá disfrutar también de un sistema conectado a un lazo de inducción magnético individual que elimina la reverberación y permite escuchar la obra de manera nítida. Igualmente se ofrecerá una sonorización amplificada con auriculares.

Medios todos ellos que permitirán disfrutar «de una comedia musical, tirando a romántica», apuntan desde el Principal, en la que dos personas aparentemente incompatibles y diferentes conectan profundamente y se enfrentan al debate de cómo gestionarlo.